Pensamiento Económico de Arthur Melvin Okun, la Ley de Okun y el Índice de Miseria o Insatisfacción Social
Arthur Melvin Okun fue
un importante economista estadounidense del siglo XX. Nació en 1928 y falleció
en 1980. Dentro de su trayectoria profesional prestigiosa se puede señalar que fue
jefe del Consejo de Asesores Económicos del Presidente de Estados Unidos Lyndon
B. Johnson (1968-1969), fue educador en la Universidad de Yale, y más
importante, perteneció a la escuela del pensamiento neo keynesiano.
Su mayor
reconocimiento, sin embargo, se encuentra en los aportes que hizo a los
postulados de la teoría moderna de la economía, específicamente dentro del neo
keynesianismo. Es conocido principalmente por la realización del postulado de
la ley de Okun y la creación del índice miseria o el índice de malestar
económico.
Ley
de Okun:
La ley de Okun hace
referencia a una de las más famosas correlaciones empíricas de la
macroeconomía. Propuesta por dicho economista en 1962, básicamente señala que
si el Producto Interno Bruto de una economía crece constantemente y
rápidamente, la tasa de desempleo disminuirá, por el contrario, si el Producto
Interno Bruto presenta una contracción o un crecimiento negativo, la tasa de
desempleo aumentará, es decir, según Okun, existe una correlación de
interdependencia entre las variables del PIB y la tasa de desempleo. Hay
entonces una relación inversamente proporcional entre ambas variables, mientras
el PIB aumente, la tasa de desempleo disminuye y mientras el PIB disminuya la
tasa de desempleo aumenta. Por otro lado señala que si el crecimiento del PIB
permanece igual, la tasa de desempleo también. Todo esto, cabe destacar, debe
considerarse tomando en cuenta un determinado período de tiempo.
Okun formuló este
postulado al observar una relación fuertemente lineal entre las variaciones de
la producción y del desempleo de Estados Unidos a partir de estadísticas en la
década de los años 50. A este postulado se le ha otorgado el nombre de ley por
la comunidad científica porque suele cumplirse con regularidad, pero solo en
determinadas economías, especialmente aquellas de países desarrollados y bajo
determinadas condiciones. En todo caso, no es considerada un axioma de la
economía, como ocurre con la ley de oferta y demanda, pues existen muchos otros
factores económicos que pueden influir de distintas maneras en la relación entre
ambas variables que pueden generar entre ellas un comportamiento diferente al
que estipula la ley. En otras palabras, la ley de Okun no garantiza una
relación teórica completamente rígida entre el PIB y la tasa de desempleo. Esta
puede variar de acuerdo a cada caso y a la realidad de cada economía.
Okun analiza esta
propuesta por primera vez a través de una serie de estudios matemáticos y
estadísticos en su afamado artículo "Potential GNP: Its Measurement and
Significance" y llega a tres conclusiones importantes:
a) Si no existiese crecimiento en la economía
de los Estados Unidos, la tasa de desempleo aumentaría un 0.3% cada trimestre.
b) El PIB debería aumentar un 1%
trimestralmente para mantener constante la tasa de desempleo.
c) Por cada 1% de aumento trimestral en el
nivel de desempleo se produce una pérdida en la producción de Estados Unidos de
aproximadamente 3.33%. (La ley de Okun. pág. 5-6).
Dichas conclusiones
sentaron un importante precedente en Estados Unidos y otras partes del mundo, y
en las políticas económicas, fiscales y monetarias que se tomarían, pues
comenzó a dársele una mayor relevancia a la influencia del desempleo sobre la
producción nacional.
Índice
de miseria o índice de malestar económico:
Además de la ley de
Okun, dicho economista propuso el cálculo de un índice capaz de medir la
miseria o la inconformidad de una sociedad en relación a su economía. El índice
de miseria es calculado a través de una simple sumatoria de las tasas de
desempleo y de inflación de una economía, pues son dos de las principales
variables económicas que afectan negativa y directamente los ingresos
salariales de los individuos de un país. A medida que el índice de miseria sea
más alto, se interpretará que dicha economía es cada vez más miserable, por el
contrario, mientras las tasas de desempleo y de inflación sean cada vez más
bajas, menor será el índice de miseria de un país. Generalmente se suele
calcular para el periodo de un año.
¿Por qué considerar la
tasa de inflación y la tasa de desempleo en un solo índice? De acuerdo a Bernal,
Miguel Angel (2012), esto resulta lógico pues “las clases medias dependen de su
salario para llevar a cabo su sustento. Los dos grandes enemigos de los
individuos es que dejen de percibir el salario, así como la inflación que
erosiona la capacidad de compra del dinero” (pág. 1). En otras palabras, el
principal medio que utilizan los individuos de una economía para satisfacer sus
necesidades es el salario, sus ingresos. Mientras un proceso inflacionario
disminuya su poder adquisitivo y mientras el individuo posea cada vez menos
oportunidades de ofertar su fuerza laboral en el mercado de factores productivos,
más difícil le resultará satisfacer sus necesidades, incluso las más básicas,
como la alimentación, o una vivienda.
Bajo esta premisa, se
suele interpretar entonces que mientras mayor sea el índice de miseria en un
país, es decir, mientras una sociedad atraviese un contexto donde se presenten
altas tasas de desempleo que impida un acceso a niveles de ingreso y exista un
incremento vertiginoso de los precios de los bienes y servicios que restrinja
el consumo, mayores serán los niveles de pobreza, de desigualdad social y de
inestabilidad política y económica. En otras palabras, mayor será el
sentimiento de malestar e inconformidad de la sociedad. En últimas instancias,
el índice de miseria constituye uno de los muchos índices que miden la pobreza
en una sociedad y que diagnostican el desenvolvimiento macroeconómico de un
país a través del estudio de dos de sus variables que más estrechamente ligadas
se encuentran a la estabilidad socioeconómica de sus individuos:
La teoría macroeconómica sugiere que en
términos de estabilidad, las decisiones de política en este campo deben
propiciar adecuados niveles de crecimiento productivo, reducidos índices de
inflación, bajas tasas de desempleo y equilibrio en la balanza de pagos. La
consecución de estos elementos armónicamente integrados constituye la situación
ideal para un país. La simple suma de estas variables resumía dos aspectos
macroeconómicos que representaban, según la consideración de Okun, los costos
sociales más evidentes para una nación. (Riascos C. Julio, 2009, pág. 3).
A pesar de lo
ampliamente utilizado a nivel global, dicho índice ha sido objeto de críticas,
pues se señala que reduce la inconformidad social o las causas de la pobreza de
un país a solo dos variables macroeconómicas, simplificando en gran medida la
dinámica y los procesos económicos de un país que pueden llevar a determinados
niveles de pobreza o miseria.
Índice de miseria. Caso de Venezuela
Venezuela
se encuentra actualmente sumida en una crisis política, económica y social. La
caída de los precios del petróleo en el mercado internacional y la crisis
política interna son las principales causas de esto. Uno de los elementos que
caracteriza a esta crisis es el incremento vertiginoso de la tasa de inflación,
que continúa aumentando rápidamente en los últimos años. El cual representa,
además de la tasa de desempleo, una de las variables utilizadas para el cálculo
del índice de miseria.
De
acuerdo a un estudio realizado por la compañía Bloomberg, Venezuela encabezó
una lista de 63 países en el índice de miseria económica del año 2015, con una
tasa de 105,1 puntos, siendo la inflación el principal responsable de esto,
debido a que el país fue testigo de una de las inflaciones anuales más altas
del mundo, con aproximadamente 98,3%. La compañía señala además, que de acuerdo
a sus pronósticos, el país encabezará la lista nuevamente en el año 2016 debido
a que la crisis inflacionaria no muestra signos de mejorar, por el contrario,
continua agravándose en el 2017.
Ensayo realizado por
Luis Martínez
de la Escuela de Estudios Internacionales
de la UCV para la cátedra Economía y Política Fiscal
dictada por el profesor Luis López
Referencias
Bibliográficas
·
Bernal, Miguel Ángel (2012).
El Índice de Miseria (Arthur Okun).
Instituto de Estudios Bursátiles. (Consultado en: Febrero de 2017).
Disponible en: <http://www.ieb.es/el-indice-de-miseria-arthur-okun/>
·
La Ley de Okun (s/f).
Universidad de Sevilla. E-reading. Trabajos y Proyectos Fin de Estudios de la
E.T.S.I. (Consultado en: Febrero de 2017). Disponible en: <http://bibing.us.es/proyectos/abreproy/70260/fichero/3+LA+LEY+DE+OKUN.pdf>
·
Riascos, C. Julio. (2009). El Índice
de Malestar Económico o Índice de Miseria de Okun: Breve Análisis de Casos,
2001-2008. Universidad de Nariño. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas
y Administrativas. (consultado en: Marzo de 2017). Disponible en: <file:///D:/Downloads/Dialnet-ElIndiceDeMalestarEconomicoOIndiceDeMiseriaDeOkun-3642338.pdf>
·
Saraiva, Catarina.
Jamrisko, Michelle (2016). These Are the
World’s Most Miserable Economies. Bloomberg. (Consultado
en: Marzo de 2017). Disponible en: <https://www.bloomberg.com/news/articles/2016-02-04/these-are-the-world-s-most-miserable-economies>
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