lunes, 19 de diciembre de 2016

La Riqueza de las Naciones, Adam Smith, resumen capítulo 7, libro 1

UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LA CAUSA Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES
ADAM SMITH

Libro 1, Capítulo VII
El precio natural y el precio de mercado de los artículos

En toda sociedad existe una tarifa corriente o media para los salarios del trabajo, los beneficios del capital y para la renta de la tierra, originada por la fertilidad natural o artificial de la tierra. Estas tarifas pueden llamarse los tipos naturales de los salarios, beneficios y renta en el momento y en el lugar en donde imperan corrientemente.

Cuando el precio de un artículo no es superior ni inferior a lo necesario para pagar la renta de la tierra, los salarios de la mano de obra y los beneficios del capital invertido en cultivarlo, prepararlo y trasladarlos al mercado, de conformidad con sus tipos naturales, entonces el artículo se vende por lo que podríamos llamar su precio natural.

El precio real a que se vende corrientemente un artículo determinado es lo que se llama su precio de mercado, que puede ser superior, inferior o exactamente igual a su precio natural.

El precio de mercado de todo artículo se regula por la proporción entre la cantidad que en ese momento hay en el mercado y la demanda de quienes están dispuestos a pagar el precio natural del artículo (sumatoria de renta, mano de obra y beneficio).

Demandantes efectivos son los que están dispuestos a pagar por los productos en el mercado.  En contraposición está la demanda absoluta, que se origina cuando hay personas que le gustaría adquirir un producto, pero por limitaciones económicas no lo hacen.

Cuando la cantidad de un artículo puesto en el mercado es inferior a la demanda efectiva, no es posible proporcionar la cantidad que desean a todos los que están dispuestos a pagar el valor total de la renta, salarios y beneficios que hubo que abonar para llevarlo hasta el mismo.  Algunos de esos demandantes preferirán pagar más, a carecer por completo de tal artículo.  Se iniciará en el acto entre los demandantes una competencia, y el precio del mercado subirá más o menos por encima del precio natural, según la escasez relativa o la riqueza y opulencia de los competidores den mayor o menor animación a su afán de competir. 

Si la cantidad puesta en el mercado supera a la demanda efectiva, no puede toda ella venderse a quienes están dispuestos a pagar el valor total de la renta, salarios y beneficios que tuvieron que abonarse para ponerla en el mismo. Habrá, pues, que vender una parte de ella a quienes están dispuestos a pagar menos, y lo bajo del precio que pagan tiene por fuerza que reducir el precio del conjunto. El precio del mercado caerá más o menos por debajo del precio natural, según que la cuantía del excedente haga subir más o menos la competencia entre los vendedores, o según que resulte para ellos más o menos importante el quitarse de encima el artículo en cuestión.

Cuando la cantidad puesta en el mercado es justamente la precisa para atender a la demanda real y no más, el precio del mercado se pone, naturalmente, a un nivel idéntico, o sensiblemente idéntico, al del precio natural.

La cantidad de cada uno de los artículos que se ponen en el mercado se adapta de una manera espontánea a la demanda efectiva. Pues si supera en algún momento a la demanda efectiva, será preciso pagar alguna de las partes integrantes del precio a menos de su tarifa natural.

La cantidad puesta en el mercado tardará poco en ser precisamente la necesaria para corresponder a la demanda efectiva.

El precio natural, es como si dijéramos, el precio eje hacia el que los precios de todos los artículos gravitan constantemente.  Sin embargo, por incidentes especiales, causas naturales o por reglamentaciones de la Administración Pública, puede ocurrir que muchos artículos se sostengan durante largo espacio de tiempo en un precio de mercado muy superior al precio natural.

La cantidad total de esfuerzo que se emplea en poner en el mercado cualquier artículo, se acomoda por sí misma a la demanda efectiva.  Tiende, naturalmente, a poner en el mercado la cantidad precisa, y nada más que la precisa, para abastecer aquella demanda.

Las fluctuaciones en el precio del mercado, normalmente afectan la parte integrante del precio que se resuelve en salarios y beneficios, y la parte de la renta suele ser la menos afectada.

Cuando debido a un aumento en la demanda efectiva sube el precio de mercado de algún artículo muy por encima del precio natural, los que emplean sus capitales en abastecer el mercado, ocultan esa alteración, pues si se conoce la situación se tentarían a nuevos rivales a invertir sus capitales de la misma manera, de modo que al satisfacer la demanda efectiva, el precio de mercado se reduciría al precio natural. Tal secreto puede durar más en el fabricante y mucho menos en el comerciante.

Un monopolio concedido a un individuo o a una compañía mercantil produce efecto idéntico al de un secreto en el comercio o en la industria. Los monopolizadores, manteniendo constantemente insuficientemente abastecido el mercado, no satisfaciendo nunca plenamente la demanda efectiva, venden sus artículos muy por encima de su precio natural, y elevan sus ganancias, ya consistan éstas en salarios o en beneficios, muy por encima de su tarifa natural.

Los precios de los monopolios son siempre los más elevados que es posible conseguir. Por el contrario, el precio natural, o sea el precio de la libre competencia, es el más bajo que se puede obtener, no ciertamente en todas las ocasiones, pero sí durante un espacio considerable de tiempo. Aquél es en todo momento el mayor que se puede arrancar a los compradores, o que se supone que éstos consentirán en pagar, el otro es el más bajo que los vendedores se hallan comúnmente en situación de aceptar, y al mismo tiempo poder seguir sus negocios.

Si un artículo está muy por debajo de su precio natural, aquellas personas a cuya interés afecta, sentirán en seguida la pérdida y retirarán inmediatamente de ese empleo, la tierra, la mano de obra o el capital, con lo que la cantidad puesta en los mercados no tardarán en ser insuficiente para abastecer la demanda efectiva. Por ello, su precio de mercado se elevará hasta alcanzar el precio natural.


El precio natural mismo varía con la tarifa natural de cada una de sus partes integrantes: salarios, beneficios y renta, y esta tarifa varía en todas las sociedades de acuerdo con las circunstancias en que se encuentran, de acuerdo con su riqueza o su pobreza, su avance, estacionamiento o decadencia.

La Riqueza de las Naciones, Adam Smith, resumen capítulo 6, libro 1

UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LA CAUSA Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

ADAM SMITH

Libro 1, Capítulo VI
Partes que integran el precio de las cosas

En un estado primitivo y bárbaro de la sociedad, antes de la acumulación de capital y apropiación de las tierras, el valor de las cosas era dado por la cantidad de trabajo (en tiempo) necesario para obtener los productos. Además del tiempo, influía la dureza del trabajo, o el grado de destreza o habilidad requerido.

Cuando comienza la acumulación de capital, y alguien pone a trabajar a otras personas, con la intención de vender un producto, y luego de cubrir los costos de los salarios y los materiales, lo lógico es que haya un excedente que servirá para cubrir el riesgo del capital invertido en determinada aventura, que lleva  el nombre del beneficio.

Se puede incurrir en el error de pensar que esa compensación es otro tipo de salario, por una clase especial de trabajo, como es el de la inspección y dirección, pero es una naturaleza totalmente distinta. Ya que su cuantía no depende del tiempo, la dureza, la destreza o la habilidad, depende de la proporción del capital empleado. Los beneficios del capital constituyen en el precio de los artículos una parte integrante distinta por completo de los salarios del trabajo, y que se regula por principios del todo diferentes.

En cuanto a las tierras de un país que sean propiedad particular, los terratenientes exigen una renta incluso por lo que las tierras naturalmente producen.  Cuando se entrega al terrateniente una porción de lo que el trabajador recoge o produce, o en su precio equivalente, se da lo que se llama la renta de la tierra y forma un tercer favor integrante del precio de la mayor parte de los artículos.

El valor real de las distintas partes integrantes del precio se mide por la cantidad de trabajo que cada una de ellas puede comprar o de que puede disponer.  El trabajo sirve de medida no sólo del valor de la parte del precio que se resuelve en trabajo, sino de la que se resuelve en renta y de la que se resuelve en beneficios.  En todas las sociedades, el precio de los artículos viene, en último término, a resolverse en una u otra de las partes que hemos dicho, o en las tres, y en toda sociedad adelantada, esas tres partes entran, más o menos, como integrantes del precio de la gran mayoría de las mercancías.

A medida que un artículo determinado va siendo más y más elaborado, la parte del precio que se resuelve en salarios y beneficios va siendo mayor en proporción de la que se resuelve en renta.  En el proceso de elaboración no sólo aumenta el número de beneficios, sino que cada beneficio subsiguiente es mayor que el antecedente: porque el capital que se deriva tiene que ser siempre mayor.

Sin embargo, hay algunos pocos artículos que el precio se resuelve solo en salarios y beneficios de capital.  Y otros más reducidos, que sólo se resuelven en salarios. De modo pues, que el precio total de cualquier artículo tiene, a pesar de todo, que resolverse en último término en una u otra, o en las tres partes en cuestión, porque cualquiera que sea la parte que queda después de pagar la renta de la tierra y el precio de todo el trabajo empleado en cultivar, elaborar y llevar el artículo al mercado, tiene forzosamente que ser un beneficio para alguien.

Salarios, beneficios y renta son las tres fuentes primarias de todo ingreso. Todo aquel que obtiene sus ingresos de un fondo suyo propio, tiene que sacarlos o de su trabajo, o de su capital o de sus tierras. Y los que obtiene una persona que no lo emplea directamente, sino que lo presta a otro, se llama interés o usura del dinero. Este es la compensación que le prestatario paga al prestamista por el beneficio que él tiene ocasión de obtener mediante el uso del dinero.

Cuando esos beneficios pertenecen a personas distintas, resulta fácil distinguirlas, pero cuando pertenecen a la misma persona suelen a veces confundirse unas con otras, por lo menos en el lenguaje corriente.

En los países la sociedad está dividida en hombres laboriosos y ociosos, estos últimos consumen gran parte de lo producido, por lo cual de un ano a otro, el valor corriente o promedio de lo producido, crecerá, disminuirá o seguirá siendo el mismo dependiendo de las diferentes proporciones en que se divida las dos clases de personas.

La Riqueza de las Naciones, Adam Smith, resumen capítulo 5, libro 1

UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LA CAUSA Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES
ADAM SMITH
Libro 1, Capítulo V

Precio real y precio nominal de los artículos, o sea,
 su precio en trabajo y su precio en dinero

El trabajo es la auténtica medida del valor en cambio de todos los artículos, al darse la división del trabajo, el hombre con su trabajo podrá procurarse tres tipos de cosas: las necesarias para la vida, para las comodidades y para las distracciones.  Será rico o pobre en la medida del grado en que pueda permitirse disponer de alguna de esas cosas o comprar, producto del trabajo de los demás.

El precio real de casa cosa, es el esfuerzo laborioso que se necesita hacer para esa adquisición. El valor que cada cosa tiene realmente para el hombre que la ha adquirido y que quiere deshacerse de ella o cambiarla por alguna otra, es la fatiga o molestia que puedan ahorrarle, haciéndolos recaer sobre otras personas. 

El trabajo constituyó el precio primero, la primitiva moneda que se pagó por todas las cosas.

Las fortunas proveen del poder de comprar, de tener un dominio sobre el trabajo de otros, o sobre los productos que están puestos en el mercado.

La proporción del trabajo para determinar el precio, no siempre se da por el tiempo invertido, sobre todo si son de distinta clase los productos, ya que influyen los grados de fatiga soportada, la ingeniosidad puesta en juego, la laboriosidad y la experiencia. Y además entra en juego el regateo y el tira y afloja del mercado.

Por practicidad fue más sencillo intercambiar un producto por otro, que por trabajo, dándose el trueque, pero una vez convertido el dinero en un instrumento corriente del comercio, lo normal fue que los artículos se cambien por dinero. Por eso ocurre que el valor en cambio de todo artículo se calcula con más frecuencia por la cantidad de dinero que por la cantidad de trabajo o por la de cualquier otro artículo que se puede cambiar por él.

Al igual que los demás bienes, también el oro y la planta varían de valor, la cantidad de trabajo que se puede adquirir o del que se puede disponer por una determinada cantidad de oro o de plata, o el total de otros artículo por los que puede cambiarse, dependen siempre de la riqueza o esterilidad de las minas conocidas en la época en que tales cambios tienen lugar. Tal es el caso, que al hallarse en América ricas minas, se redujo en Europa el valor del oro y la plata a una tercera parte, más o menos, de lo que hasta entonces había sido.  Por ello, así como una medida de cantidad que variase constantemente, jamás podría constituir medida exacta de otras cosas, tampoco un artículo que varía constantemente en su propio valor puede constituir jamás medida exacta del valor de otros artículos.  Es por lo que puede afirmarse que en todo tiempo y lugar, las cantidades iguales de trabajo tienen un valor igual para el que trabaja.

Considerando el grado normal de habilidad y destreza, el trabajador tienen que entregar siempre idéntica proporción de comodidad, libertad y felicidad. El precio que paga tiene que ser siempre idéntico cualesquiera que sean las cantidades de bienes que recibe a cambio del mismo.  En algunas ocasiones podrá comprar una cantidad mayor y en otras menor, ya que varía su valor, pero no varía el trabajo con que son adquiridos.

Lo caro es lo que cuesta con mucho trabajo adquirir y lo barato aquello que se consigue con facilidad o poco trabajo.  Por tanto, el trabajo es lo único que no varía de valor, solo el trabajo es el tipo último y real por el que se calcula y compara en todo tiempo y lugar el precio de todos los artículos.  Es su precio real y el dinero es únicamente su precio nominal. Da la ilusión que el trabajo puede subir o bajar de precio por la cantidad de cosas que se pueden comprar con él, pero en realidad son los artículos que en un caso determinado son baratos y en otro caros.

El trabajo al igual que todos los artículos tiene un precio real y un precio nominal. Puede considerarse que su precio real consiste en la cantidad de cosas necesarias o convenientes para la vida que se dan por el mismo, y su precio nominal, en la suma de dinero.  El trabajador es rico o pobre, está bien o mal remunerado en proporción al precio real de su trabajo, no en proporción al precio nominal.

A precio real idéntico siempre corresponde idéntico valor, pero debido a las variaciones del oro y la plata, a idéntico precio nominal corresponden en ocasiones valores muy diferentes.
Príncipes y Estados soberanos han incurrido en el error de disminuir la cantidad de metales puros que entraban en sus monedas, cuando era de mayor interés aumentarlo. Es por ello que en algún momento cuando se establecieron rentas fijadas en una cantidad de cereal, conservaron mucho mejor su valor que los establecidos en dinero.

El valor del trabajo o precio real del trabajo, o subsistencia del trabajador, será más abundante en una sociedad que camine hacia la opulencia, que en una estacionaria, y en ésta, mayor que en una que vaya en retroceso.

Por todo lo antes expuesto, parece evidente que el trabajo es la única medida universal del valor, y también la única exacta, es decir, el único patrón mediante el cual es posible comparar los valores de los distintos  artículos en todos los tiempos y en todos los lugares.  Se admite que no es posible calcular el valor real de los distintos artículos de un siglo a otro guiándose por las cantidades de plata que por ellos se pagaron. No podemos calcularlos de un año a otro, por las cantidades de grano, pero si podemos hacerlo por las cantidades de trabajo, y eso con la mayor exactitud, lo mismo de un siglo a otro que de un año a otro. En cambio, el dinero es .a medida exacta del valor real de cambio de todas las cosas, sin embargo eso ocurre solamente tratándose del mismo tiempo y lugar.

El precio nominal o en dinero de las cosas, es el que en último término decide el acierto o desacierto de las compras y ventas, regulando de ese modo casi todas las transacciones de la vida corriente, por lo cual el precio nominal siempre es tenido en cuenta mucho más que el precio real.


El dinero de un país cualquiera constituye, en un momento y lugar determinados, la medida más o menos exacta de valor, según que la moneda corriente sea más o menos exactamente conforme a su ley, o que contenga más o menos exactamente la cantidad de oro puro o de plata pura que debía tener. Teniendo presente que se entiende siempre por precio en dinero de las cosas, la cantidad de oro puro o de plata pura por la que se venden, independientemente del nombre de la moneda.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Invitación a Evento Jueves 15-12-16 Coffee for Freedom de la Sociedad Bastiat

Diciembre 2016
Invitación a Evento organizado en conjunto con la
Sociedad Bastiat Venezuela y la
Fundación Alberto Adriani




Fecha: Jueves 15-12-16
Hora: 2 pm
Entrada Libre, cupos limitados
Favor confirmar su asistencia por el correo electrónico FundacionBastiat@gmail.com

IDEAS PARA UNA VENEZUELA POSIBLE

+ Nos complace invitarles a nuestro "Coffee for Freedom" de Diciembre +
Si alguien ha luchado por la libertad en Venezuela ese es Noel Alvarez, reconocido empresario quien llego a ocupar la presidencia de la cúpula empresarial venezolana: FEDECAMARAS y CONSECOMERCIO, en ambas gestiones defendió la libertad, la propiedad y el capitalismo confrontando los ataques, la ola de expropiaciones y las políticas nefastas del fallecido Hugo Chavez con dichos así como con hechos.
Noel viene de un pueblo humilde en el interior del país. Con estudio, trabajo y esfuerzo se ha labrado un camino de meritos. Queremos invitar a todos los jóvenes emprendedores que quieran escuchar una historia de éxito, de las luchas de un emprendedor, de sus ideales, de sus motivaciones, de sus perspectivas para el futuro y del porque seguir creyendo en Venezuela, ¿porque sigue luchando Noel después de todo?.
El fin de este evento es lanzar oficialmente nuestro "CLUB DE EMPRENDEDORES", en 2017 traemos buenas sorpresas para los miembros de dicho club, queremos identificar quienes son los futuros lideres empresariales de Venezuela, darles las herramientas que necesitan, conectarlos entre ellos e incluirlos a la red global de amigos que es la "Bastiat Society", una organización internacional de empresarios que luchan por un mundo más pacífico, próspero y con más libertades para todos.
Si eres un futuro líder de negocios queremos darte las ideas, los principios y las herramientas con las que reconstruirás a Venezuela. El primer club de emprendedores capitalistas de Venezuela.
Nuestros Coffee 4 Freedom siembran la SEMILLA de la libertad y el pensamiento critico mientras compartimos una bebida, todos se expresan, hacen relaciones y aprenden sobre las IDEAS que nos llevaran a una Venezuela más libre, próspera y emprendedora en un lenguaje sencillo.
PD: Por ser nuestra ultima reunión del año rifaremos 2 libros de Bastiat.
* Detalles:
Jueves 15 de Diciembre
Entrada Libre.
Horario: 2-4 pm (agradecemos puntualidad).
Lugar: Avenida Neverí
C.C. Los Chaguaramos
Piso 4 0ficina 4-8
Fundacion Alberto Adriani
Urb. Los Chaguaramos
Caracas -
Contacto:
Facebook: La Sociedad Bastiat de Venezuela
Twitter: @BastiatVzla
Mail: FundacionBastiat@gmail.com y Venezuela@BastiatSociety.com


Fundación Construyendo una Nueva Venezuela, síganos en: