Alfred Marshall
Uno
de los personajes más notables y miembro fundador de la escuela de economía
neoclásica es Alfred Marshall. Este, fue un economista y filósofo, nacido el 26
de Julio de 1842 en Londres, Inglaterra y fallecido en Cambridge el 13 de julio
de 1924.
Estudió en la
Merchant Taylor's School y el St. John's College de Cambridge, donde se
licenció en matemáticas en 1865, gracias a una beca que le
otorgaron, estudio ciencias morales en 1868 y Economía política, a la que
posteriormente él mismo denominó Economía. Como profesional fue director de
University College Bristol, donde dimitió en 1881, en 1883 se trasladó a
Balliol College de la Universidad de Oxford siendo profesor de economía
política y en 1885 obtuvo la catedra en la universidad de Cambridge de política
económica, convirtiendo la facultad de economía de esta universidad en la
principal de los países de habla inglesa. Abandonó la docencia en el año 1908
para dedicarse a sus estudios económicos y a tareas de publicación.
Fue autor de aproximadamente 80 obras,
Entre las más destacadas se encuentra: “La economías de las industrias” (1870),
Principios de economía (1890), Industria y comercio (1919) y, Moneda, crédito y comercio (1923). Cabe
destacar que el resultado de sus esfuerzos fue denominado “síntesis neoclásica”
y se aplicó como la base de la teoría económica moderna. En su obra “Principios
de economía” se ve reflejado, ya que fue un trabajo donde iba aglomerando sus
ideas económicas desde 1881 hasta su publicación, y se convirtió en el
principal libro de texto académico durante muchos años.
Como docente se basaba en las teorías de economistas
clásicos como David Ricardo y Jhon Stuart Mill, complementadas con aportaciones
del marginalismo especialmente de Carl Menger y Leon Walras. El marginalismo es
definido según economía48 como: “Corriente de pensamiento económico que
constituye el núcleo central de la economía neoclásica. Su principal
característica es el uso para el análisis económico del concepto de valor
marginal o valor en el margen (de los ingresos, costes, rendimientos, utilidad,
etcétera)”. De esta manera Marshall conciliaba las teorías ricardianas con la
de la escuela Austriaca. La escuela Austriaca, también denominada
Escuela de Viena, era una escuela de pensamiento económico que defendía un
enfoque individualista metodológico para la economía denominado praxeología.
Según esta teoría, el dinero no es neutral, las tasas de interés y de
beneficios son determinados por la interacción de una decreciente utilidad
marginal con una decreciente productividad marginal del tiempo y de las
preferencias temporales. El libro de 1871 de Carl Menger, Principios de
economía política es generalmente considerado el fundador de la escuela
austríaca. El libro fue uno de los primeros tratados modernos en adelantar la
teoría de la utilidad marginal. La escuela austríaca fue una de las tres
corrientes fundadoras de la revolución marginalista de los años 1870, cuya
principal contribución fue la introducción del enfoque marginalista a la
economía.
En la economía neoclásica la determinación
de los precios en el mercado se había convertido en el problema fundamental.
Para Marshall el análisis del funcionamiento del sistema de mercado tenia que
empezar con un estudio del comportamiento de los consumidores y los
productores, por ello el concepto de demanda como una tabla de relaciones
precio-cantidad seria decisivo para su análisis. Una reducción en el precio sería
necesaria para inducir a comprar más.
Una de sus contribuciones fue haber dado un
tratamiento grafico a los conceptos de Oferta y Demanda. Existe una famosa
comparación que se le llama “Tijera Marshalliana” donde se pone como ejemplo
como son determinados los precios por el encuentro entre la oferta y la
demanda. En este ejemplo cada hoja de la tijera está representada por la oferta
y la demanda, siendo la primera determinada por los costos de producción y la
segunda por la utilidad marginal.
Aparte de iniciar el desarrollo de ideas
económicas como la oferta y la demanda, también lo hizo con referente a la
determinación de costos de protección y precios de venta, la elasticidad de
precios, el funcionamiento de los mercados y la utilidad marginal.
A las políticas económicas de los gobiernos
le aplico los conceptos de utilidad marginal, como por ejemplo: Las políticas
de impuestos, el análisis de su impacto sobre el bienestar social y el
establecimiento de las bases de la economía de bienestar.
Realizo una síntesis recolectando la
economía de los clásicos junto con las aportaciones marginalistas de sus
contemporáneos, donde buscó y destacó las razones y requisitos de equilibrio
parcial. El equilibrio parcial es un concepto del equilibrio económico,
generalmente utilizado en microeconomía, que se centra en el estudio de una
empresa; mercado particular o sector económico asumiendo que la situación en el
resto del sistema, especialmente los precios de los bienes sustitutivos y
complementarios, los niveles de ingreso de los consumidores, etc, es constante,
es decir Ceteris Paribus.
Por consiguiente, el implemento de la frase
Ceteris Paribus para Marshall fue utilizado para analizar un problema
económico, donde cuya finalidad era aislar el comportamiento de un determinado
aspecto suponiendo que todo lo restante parece invariable.
Esto tiene como inconveniente que solo
permite realizar análisis estáticos, que excluyen la posibilidad de cualquier
alteración en el comportamiento causado por el impacto de variaciones en el
marco de la observación. Como ventaja puede contemplar y definir los hechos
económicos individuales, que son esenciales en cualquier sistema económico.
Este
aporte ha sido de enorme utilidad, especialmente para la microeconomía moderna.
Su análisis a la economía introdujo muchos
otros conceptos de gran poder explicativo como: la cuasi-renta, el bien complementario
y bien sustituto, economías externas y economías internas.
Se denomina así cuasi Renta al Valor de los
Ingresos suplementarios que recibe un Factor Productivo cuando la Oferta del
mismo no puede aumentarse durante un período determinado, casi siempre
relativamente corto. Sobre la base del concepto de Renta, originalmente
desarrollado por David Ricardo, Alfred Marshall estudió una forma particular de
Ingresos, semejantes a la renta de la Tierra, a los que dio este nombre.
En microeconomía, algunos bienes son
clasificados como sustitutivos o complementarios, en función de la respuesta
del consumidor respecto al cambio de algunas variables como el precio.
Un bien o servicio complementario es aquel
que se utiliza junto con otro, y un bien sustitutivo es el que se utiliza en lugar de otro.
Otros conceptos introducidos por Marshall
son los de economía interna y economía externa. Los cuáles serán sumamente
fructíferos en campos como la Economía del bienestar, la Economía regional y urbana
y la Economía industrial. Podemos dividir las economías que proceden de un
aumento en la escala de la producción de cualquier clase de bienes en dos
clases, a saber: primera, aquellas que dependen del desarrollo general de la
industria, y, segunda, las que dependen de los recursos de las empresas a ella
dedicadas, de la organización de éstas y de la eficiencia de su dirección.
Podemos llamar a las primeras economías externas; y a las segundas, economías
internas. ... aquellas economías externas... pueden a menudo lograrse mediante
la concentración de muchos pequeños negocios de carácter semejante en
localidades particulares, o sea, como generalmente se dice, por la localización
de la industria.”
Además de eso, acuño el término de
“Excedente del consumidor” para definir la mayor utilidad que una persona puede
obtener en el intercambio de bienes. Es decir, la diferencia entre la cantidad
máxima de dinero que un consumidor estaría dispuesto a pagar por una
determinada cantidad de un bien o servicio y la que realmente paga. Este
concepto surge debido de la existencia de la utilidad marginal.
En el análisis de mercado Marshall
estableció como determinantes del valor de un bien tanto el coste de
producción, como la utilidad. A partir del valor del bien, la formulación de
los precios vendría dada por la confluencia de la oferta y la demanda, siendo
la primera determinada por los costes de producción y la segunda por la
utilidad marginal.
Para finalizar, su denominada “síntesis
neoclásica” que vendría siento no mas que el resultado de sus esfuerzos, es por
hoy la base de la teoría económica moderna.
A Alfred Marshall se le considera el gran sintetizador
de la escuela neoclásica y sus primeros intentos consistieron en matematizar la
teoría económica ya existente, especialmente de
David Ricardo y Stuart Mill.
Ensayo realizado por Bellatrix Alfaro
de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV
para la cátedra Economía y Política Fiscal
dictada por el Prof. Luis López
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