Thorstein Veblen
La
Escuela Institucionalista Americana tiene sus orígenes a finales del siglo XIX
en los últimos años de la década de 1880. Dicha escuela tuvo enorme influencia
de dos corrientes de pensamiento europeas; el Historicismo Ingles y la Escuela
Histórica Alemana. El institucionalismo americano tuvo notable reconocimiento
hasta los años 20 del siglo XX, antes de que se diera el boom de las ideas
keynesianas. Su enfoque principal era en el rol preponderante de la historia,
la cultura y la dinámica social en las actividades económicas, exponiendo pues,
que bien sea mediante los individuos o la acción de este a través de
instituciones, la naturaleza cambiante de la historia social tenía un gran
impacto e influencia en el mundo económico. [1]
Uno
de los pioneros del Institucionalismo Americano fue el economista y sociólogo
estadounidense Thorstein Veblen, quién fue un notable académico en la
Universidad de Chicago, donde J. L. Laughlin le abriría las puertas al
departamento de Economía. En 1899, apareció su obra más famosa, La teoría de la clase ociosa, en la que
Veblen analizó la estructura económica de su época desde la óptica del
darwinismo, y criticó mordazmente la ostentación que de su estatus social
hacían constante gala las clases más favorecidas. Profundizó en el análisis del
contraste entre la racionalidad del proceso productivo industrial y la
irracionalidad en el ámbito de las decisiones financieras en la obra Teoría de la empresa económica (1904).[2]
La
obra de Thorstein Veblen; muy influida por la de Marx aunque crítica con ella,
además de recibir influencias de la Escuela Histórica Alemana, especialmente de
Gustav von Schmoller, y también de la obra Darwin; abarca la antropología,
la sociología y la psicología. Creía que la economía estaba
moldeada por la cultura y que, en línea con los pragmatistas norteamericanos,
no existía una naturaleza humana universal que pudiese explicar la enorme
variedad de normas y comportamientos de los individuos, los cuales, en su libre
albedrío, dan forma a las instituciones, sentando las bases de la Economía
Institucional con su visión evolutiva de las fuerzas que operaban en las
relaciones sociales, la cual chocaba con la teoría estática tradicional.[3]
En
la teoría de la clase ociosa, definió los términos consumo ostensible y
emulación pecuniaria, ampliamente utilizados en sociología. El objeto de
estudio es la dinámica y evolución de la estructura institucional, entendiendo
por instituciones los hábitos de pensamiento que se aceptan en una determinada
época. Veblen dividía la sociedad en tres clases: i) una clase depredadora u
ociosa, propietaria de los negocios; ii) la clase técnica o intelectual, la que
tiene los conocimientos; y iii) una clase trabajadora que produce los bienes.
Se
pueden destacar varias ideas centrales con respecto a la clase ociosa. La
primera, que la clase ociosa existe desde que los hombres bárbaros cambiaron
las actividades económicas y sociales pacíficas por las actividades violentas o
bélicas. La segunda, que, la clase ociosa implica una distinción de proeza
sobre el resto, a los cuales se les considera de categoría inferior. Y por
último, que para que exista una clase ociosa, debe haber la certeza de que la
actividad realizada por el resto de los individuos de la sociedad es
suficientemente amplia para que los beneficios generados de ella puedan ser
percibidos en abundancia por la clase ociosa. No obstante, Veblen destaca que
si bien el fondo se mantiene, las formas cambian conforme avanzan las
sociedades hacia la modernidad.
“En la modernidad, la clase
ociosa consigue la supervivencia mediante la adquisición, no por aptitud
física, pero heredó del pasado el esquema general bárbaro y arcaico de la vida
que se impone sobre los estratos inferiores; éste esquema general de vida se
impone a través de las convenciones que moldean al ser humano, como la
educación y otro tipo de acciones que se ejercen para conservar los hábitos y los
rasgos ideales que los hace pertenecer a la era de la proeza y vida
depredadora.” [4]
Así
mismo, señala con dedo acusador a la nueva clase ociosa de su época (y quizás
la de la nuestra), puesto que para los tiempos modernos, la clase ociosa no es
ni la clase guerrera ni sacerdotisa de los tiempos bárbaros si no la esfera
política. Mostrando entonces un cambio en la forma de la institución, más no en
su naturaleza.
“Es por eso que la clase
ociosa en los tiempos modernos –la clase política– busca de cualquier manera
mantener su estatus de superioridad bajo cualquier concepto, sin ninguna moral,
la moral es un mito.”
Los
conceptos e ideas de Veblen en esta obra, no dejan de ser polémicas tanto para
su época como para la actualidad, pues se concluye de sus ideas que, es la más
alta esfera política, el Gobierno, la existencia de la institución social de la
clase ociosa, la que determina los diversos problemas económicos que se
presentan, específicamente Veblen hace alusión a la economía y sociedad estadounidense,
pero sus supuesto podrían aplicarse a distintas realidades
En
La teoría de la empresa económica, el
problema central para Veblen fue la fricción entre lo que dividió en
"negocios" e “industria". El conflicto surgía de que los
propietarios, para quienes el principal objetivo era las ganancias de sus
empresas, y en su esfuerzo por mantener las ganancias altas a menudo limitaban
la producción, lo que afectaba negativamente a la sociedad en su conjunto, a
través, por ejemplo, de mayores tasas de desempleo.
Veblen
identificó a los líderes empresariales como la fuente de muchos problemas de la
sociedad, planteando que la producción debía ser conducida por tecnócratas, por
personas como los ingenieros, que entendieron el sistema industrial y su
funcionamiento, y tenían un interés en el bienestar general de la sociedad. Finalmente,
con esta obra queda expuesto, en combinación con las tendencias a la emulación
de la clase obrera descritas en la Teoría de la clase ociosa, sus puntos de
vista sobre el capitalismo y la naturaleza del proceso evolutivo de la
economía, los cuales diferían marcadamente de Marx.
A
pesar de que la Escuela Institucionalista impulsada por Veblen no se convirtió
en una de las grandes escuelas económicas, su influencia aun se mantiene en
aquellos que buscan explicar los problemas económicos tomando en consideración
los fenómenos sociales y culturales. Muchos estudiosos han encontrado útil
la aproximación del institucionalismo
pare entender los procesos de los países en vías de desarrollo, donde la
reforma en las instituciones sociales puede ser necesaria para el progreso
industrial.[5]
Ensayo realizado por Mariel Bosque
de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV
para la Cátedra Economía y Política Fiscal
dictada por el Prof. Luis López
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS
Biografias y Vidas. Thorstein Veblen. Consultado el 6-03-2017 en http://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/veblen.html
El Postekeynesiano. Thorstein Veblen. Consultado el 6-03-2017 en http://elpostkeynesiano.blogspot.com/2015/01/thorstein-veblen.html
Enciclopedia Britannica. Institutional economics. Consultado el 6-03-2017 en https://www.britannica.com/topic/institutional-economics
La Razón. La
teoría de la “clase ociosa” de Thorstein Veblen. Consultado el 7-03-2017 en
http://www.la-razon.com/index.php?_url=/la_gaceta_juridica/teoria-clase-ociosa-Thorstein-Veblen-gaceta_0_2115388542.html
The Veblenite. Institutionalism. Consultado el 7-03- 2017 en http://www.geocities.ws/veblenite/institutionalism.html
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