domingo, 2 de abril de 2017

Pensamiento Económico de Nicholas Kaldor - Las 3 leyes de Kaldor

       EL PENSAMIENTO ECONÓMICO DE NICHOLAS KALDOR


     El economista húngaro Nicholas Kaldor se dedicó a observar procesos de crecimiento en algunos países desarrollados, y de esta manera nacen las denominadas 3 leyes de Kaldor, las cuales tienen como objetivo principal  mostrar las diferencias que habría entre los respectivos procesos de crecimiento, especialmente en el efecto positivo que genera la expansión industrial en las economías de un determinado, debido a su efecto inductor del crecimiento de los demás sectores.

       Primera Ley

       Determina como la tasa de crecimiento de una economía se relaciona positivamente con la tasa de crecimiento de su sector industrial, por lo cual se considera el principal motor de crecimiento. Por ello es que se pone al sector manufacturero como el que genera efectos multiplicadores en la economía de un país. Kaldor dice, que eso se debe a que las demandas por manufacturas son elásticas con relación al ingreso; y por otra parte, a su encadenamiento productivo hacia atrás, es decir, hacia sus proveedores.       También las economías de aprendizaje que pueden obtenerse a medida que avanza la división del trabajo y se fortalece la especialización como resultado de la expansión de las actividades manufactureras de dicho país.

         Segunda Ley ( Ley de Verdoorn)

    Establece que  un aumento en la tasa de crecimiento en la producción manufacturera causa un incremento en la productividad del trabajo dentro del mismo sector, debido al proceso de aprendizaje que se deriva de una división del trabajo. Esto se asocia a la expansión del mercado como a las economías de escala que emergen de las mejoras tecnológicas y de la innovación en general.

       Tercera Ley

     La productividad de los otros sectores no manufactureros aumenta cuando la tasa de crecimiento del producto industrial se incrementa porque acrecienta la demanda por trabajo, atrayendo mano de obra que se encuentra en sectores tradicionales con desempleo disfrazado. En dichos sectores disminuye el empleo pero el producto no se reduce, lo cual se manifiesta como un aumento de la productividad del trabajo.

       Por otro lado, la transferencia de recursos de sectores de baja productividad a otros de alta productividad, genera un efecto favorable en la productividad agregada de la economía,  ya que trabajadores poco productivos empleados en actividades tradicionales se convierten en fuerza laboral industrial más productiva.

      Ahora bien,  la importancia de las industrias en cualquier país es obvia, ya que las mismas generan grandes fuentes de trabajos, que consisten prácticamente en mano de obra para poder manipular la materia prima, o en manejar las maquinarias necesarias dependiendo del tipo de industria en el que se labore, y mientras más bienes y servicios haya en una sociedad, más  calidad de vida disfrutan sus habitantes. Las industrias hoy en día son las bases de la economía en numerosos países, por no decir todos ya que algunos sólo se enfocan en enviar las materias primas a otros países más desarrollados donde se elaborarán los productos.

    Vivimos en un mundo totalmente comercial globalizado donde se intercambian bienes diariamente, generando una cantidad de dinero exorbitante a nivel mundial.

    Hasta la Segunda Guerra Mundial la industria era el sector económico que más aportaba al PIB y el que más mano de obra ocupaba. Desde entonces, y con el aumento de la productividad por la mejora de las infraestructuras, la tecnología, (por ejemplo la robotización de la industria en países desarrollados) y el desarrollo de los servicios, ha pasado a un segundo término; más continúa siendo esencial, puesto que no puede haber ni generarse servicios sin un desarrollo industrial.


    En nuestro país Venezuela, la industrialización se ha ido desarrollando muy lentamente, especialmente en comparación con otros países de Latinoamérica. Es a partir de los años 50 que se empieza ver una pequeña aparición del mismo. En los últimos años específicamente, en estas dos últimas décadas, hemos vivido un terrible retroceso, un proceso gradual de desindustrialización que ha reforzado la dependencia externa de la economía nacional, empobreciendo el país, siendo Venezuela un ejemplo que ilustra en negativo,  la importancia que tienen las industrias para que una nación pueda disfrutar de la prosperidad.

Ensayo preparado por Maryvette Nunez, estudiante de la
 Escuela de Estudios Internacionales de la UCV, 
bajo la supervisión del profesor Luis López
 de la cátedra Economía y Política Fiscal

No hay comentarios.:

Publicar un comentario