¿Por qué el Problema Gubernamental Venezolano es de tipo Gerencial?
Para dirigir un equipo de trabajo
es imprescindible poseer ciertas habilidades de tipo gerencial, y es evidente
que en años recientes, en casi la totalidad
de los organismos públicos hay carencia de las mismas, por las razones
siguientes:
1.- Un gobierno eficaz, debe
estar dirigido por gerentes que siempre deben actuar teniendo en cuenta las 4
funciones básicas de la administración: Planificación, Organización, Dirección
y Control.
2.- Quien esté encargado de
dirigir una actividad debe estar bien claro de ¿Qué es lo que quiere? ¿Para
cuándo lo quiere? ¿Cómo lo va a hacer? ¿Con quiénes lo va a poder lograr? ¿Cuál
es la finalidad de hacerlo? y muy importante el ¿Por qué hacer lo que está
haciendo? Para que Venezuela pueda salir
adelante debe empezar por configurar un Plan de Gobierno, que le sirva a una
gran mayoría de venezolanos y no a una mitad, para que tenga la posibilidad de
sumar esfuerzos y todos trabajen en función de alcanzar los fines propuestos,
fijándose metas que sean objetivas, razonables y posibles de cumplir en el
corto, mediano y largo plazo.
3.- Los factores que un Gerente debe sumar para
conseguir el éxito en cualquier organización, en la cual se incluye una Gestión
Gubernamental son: Plan, Líderes,
Personas, Recursos y Acción. Si falta un
Plan solo habrá Confusión, si la
carencia es de Líderes se generará Ansiedad, si las Personas no están incluidas
o solo se trabaja con las incompetentes conseguiremos Lentitud e Ineficiencia,
si escasean los Recursos obtendremos Frustración, y finalmente si no acometemos
la Acción, lo único que tendremos serán Sueños. Para lograr el éxito, se requiere que las
personas que gobiernen a Venezuela tengan la habilidad de cristalizar la
fórmula perfecta de un buen plan, los mejores líderes, sumar los esfuerzos de
todas las personas, maximizar los recursos y ejecutar las acciones necesarias
para enrumbar este país.
4.- Concentrarse en tener una mejor
administración del tiempo, recurso irrecuperable, por lo cual los altos niveles
de jerarquía deben centrar sus esfuerzos en actividades fundamentales que estén
destinadas a resolver los verdaderos problemas de los venezolanos, logrando en
consecuencia el desarrollo nacional, en lugar de ocupar el tiempo en actividades
inoficiosas como la politiquería, práctica muy común y que difiere totalmente
de un ejercicio político de altura, propio de naciones civilizadas.
5.- Un buen gerente debe hacer
una eficiente gestión del talento humano con los que cuenta, es necesario que
no solamente administre personal, debe tener conocimientos de comportamiento
organizacional, psicología social, motivación, liderazgo, competencias,
proactividad, sinergia, entre otros.
6.- Al ser Venezuela un estado
empresario, deben sus dirigentes conocer el mercado, saber cómo proceder en condiciones
normales de mercados nacientes, maduros o en declinación, o en los casos de
entornos complejos, cómo orientar correctamente sus políticas.
7.- Tener nociones del entorno
económico, saber especialmente de microeconomía y macroeconomía, y manejar con
facilidad los diferentes indicadores como el Producto Interno Bruto, la
Inversión, el Consumo, el Gasto Público, la Balanza de Pagos, las tasas de
desocupación y los niveles de empleo, etc., identificando los factores que en
ellos influyen.
8.- Aplicar conceptos de Modelos
Gerenciales, como el Benchmarking, el Leasing, las certificaciones ISO, la administración
para la calidad, la calidad total, el mejoramiento continuo, la innovación; que
si bien son propios de la Gerencia Empresarial, se pueden aplicar a la Gestión
Pública para hacerla más eficiente.
9.- Los gobernantes deberían ser modelos
a seguir para las sociedades que dirigen, por lo que deben reflexionar sobre
sus acciones, reconocer las equivocaciones y comenzar a fomentar la unión de
los habitantes, si en sus países hay problemas de corte sociológico como la
intolerancia, la exaltación de antivalores y un clima de violencia.
10.- Hay una gran intrusión del
sector militar en actividades de naturaleza civil, si bien es cierto que los
militares tienen unas facetas de los cuales carecen la mayoría de los
habitantes, como el orden, la disciplina, la responsabilidad, y muchos tienen
valores arraigados como el nacionalismo, el amor a la patria, el sacrificio; su
estilo gerencial es el de un sistema de órdenes rígido impartido por los
superiores y acatado en forma incuestionable por los subordinados con un tipo
de liderazgo autocrático, el cual se justifica para actividades que deben ser
ejercidas en situaciones extremadamente críticas, es por ello, que ciertas
organizaciones figuran bajo la estructura militar, como la policía, los cuerpos
de bomberos, la protección civil y las fuerzas armadas, pues su ámbito de
actuación es la resolución de situaciones de desastre, como un procedimiento
policial, un incendio, una inundación, una guerra, momentos en los cuales
depende la vida de otros seres humanos, y las ordenes impartidas por el
superior, deben ser cumplidas en forma estricta por los subordinados. Ese superior jerarca se supone que llegó a
ese nivel por los años de experiencia, preparación y entrenamiento, condiciones
necesarias para tomar en fracciones de segundo decisiones fundamentales que no pueden
ser cuestionadas. El caso es que otras
actividades de tipo civil, como la educación, la salud, las finanzas, la
administración de justicia, la diplomacia, etc., deben ser dirigidas por
servidores públicos, del ámbito civil, con formación de tipo gerencial, y que
tengan la experticia necesaria para lograr acuerdos con sus colaboradores,
mantener la moral en alto, motivar y no ordenar, saber delegar en las personas
de mayor capacidad y poseer la habilidad de extraer de cada individuo lo mejor
de sí, y para ello no están formados los militares, quienes son los llamados a
garantizar el orden institucional, así como la defensa y soberanía de la Nación.
Ya es la hora que en Venezuela se empiecen a
cumplir los ciclos políticos expuestos desde hace siglos por Aristóteles en su
obra “La Política” y que el país comience a ser gobernado por una aristocracia
del pensamiento, representada por una generación naciente de políticos
apartidistas, deslindados de ideologías dogmáticas y con propuestas prácticas, con
especialistas en cada una de las áreas del conocimiento con miras a impulsar todas
las actividades productivas, que gocen de una intachable honestidad, que sólo
le interese dar lo mejor de sí a este país, lograr el desarrollo nacional y
construir una nueva Venezuela.
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