viernes, 15 de agosto de 2014

El Problema de las Divisas Sí tiene Solución.


EL PROBLEMA DE LAS DIVISAS SÍ TIENE SOLUCIÓN

El problema de la escasez de divisas radica en que no se ha entendido que cualquier moneda es igual a una mercancía, y como tal está sometida a los efectos de la Ley de la Oferta y la Demanda.  Es decir, si una mercancía es escasa su precio sube, y si hay exceso, automáticamente los precios bajan.  No hay ley impuesta por los hombres que pueda cambiar esto, ya que es tan universal como la Ley de Gravedad.  Las divisas extranjeras en Venezuela escasean porque el Estado tiene el monopolio de las mismas, lo que genera que no haya libre competencia y por ende, los que quieran vender divisas deben hacerlo en forma ilegal, encareciendo por tanto su precio.  Más adelante veremos como revertir la situación.

Por otra parte, en nuestro país la impresión de dinero que se llama inorgánico, por no tener respaldo en las Reservas Internacionales, es lo que han utilizado desde 1983 los Gobiernos para satisfacer el enorme Gasto Público, compuesto principalmente por la gran cantidad de organismos y empresas públicas, otorgamiento de créditos adicionales para compensar las pérdidas que generan las empresas estatales, corrupción, misiones, incrementos significativos de las nóminas de trabajadores, entre otros, que sólo con ver el periódico cualquiera puede verificar. 

Lo lógico para saber cuál es el tipo de cambio real que debería tener un país, es dividir la cantidad de dinero circulante en moneda local, entre las Reservas Internacionales, el resultado obtenido es lo que se conoce como “cambio implícito”, en Venezuela es fácilmente comprobable, que las tasas de cambio oficial preferenciales para ciertos rubros (cencoex y sitcad I) están muy por debajo de la que se da por las subastas (sitcad II), la implícita (Bs. circulantes  entre reservas) y la que se da en el mercado negro (la cual siempre será más alta que el resto porque su carácter es ilegal).

Ahora bien, la solución al problema de la falta de divisas es más que sencilla, si aplicamos la Ley de la Oferta y la Demanda, y cuatro medidas que explicaré a continuación, las cuales deben aplicarse en forma simultánea porque de lo contrario, no tendrían el efecto esperado.

En primer lugar, hay que reducir el Gasto Público transfiriendo personal del Sector Público al Privado para que el Gobierno no siga requiriendo imprimir bolívares sin respaldo para satisfacer esos gastos.  Luego, debe quitársele el carácter de ilegal a la venta de divisas por particulares, para que de este modo puedan entrar más divisas extranjeras a la disposición de quien las necesite.  Tercero, y la más importante medida, porque ante lo anterior se desaparecerían todos los dólares como por arte de magia, es revaluar la moneda, ya que nadie seguiría gastando Bs. en la compra de dólares, cuando sabrá que al día siguiente esos dólares valdrán menos y sus Bs.  serán más valiosos, sólo las personas naturales y empresas comprarán divisas extranjeras cuando necesiten viajar o comprar algo en el exterior, y lo harán para producir y vender localmente, puesto que será más atractivo obtener bolívares.  Finalmente, es necesario que el Gobierno siga teniendo el control de las divisas que provienen de las exportaciones, para que solamente sean invertidas en productos destinados al desarrollo nacional, es decir, de las divisas provenientes de la renta petrolera, el Gobierno se quedaría con un 60% para cumplir con el Gasto Público, y el 40% restante, a través del BCV, se podría poner a disposición para que cualquiera que lo desee acceda a ellas.  De ese 40%, un 75% debe otorgarse para la adquisición de Bienes Esenciales (alimentos, medicinas, insumos médicos, material educativo, remesas para estudiantes, vehículos de transporte y carga, maquinarias industriales, línea blanca)  y el otro 25% para Bienes No Esenciales (ropa, calzado, celulares, línea marrón, vehículos particulares). 

Los dólares, vengan del Bcv o de cualquier otro sitio, costarán lo mismo;  la diferencia es que si alguien requiere poca cantidad lo adquirirá a quien lo tenga a disposición evitando la burocracia, pero si necesita hacer una gran inversión entonces recurrirá al BCV.

Si, revaluar el Bolívar, es la principal medida, a través de microvaluaciones publicadas en Gaceta Oficial desde el mismo momento de implementación del plan, a razón de tres céntimos diarios, (Bs. 0,03).  Por ejemplo, si comenzamos con una tasa de cambio oficial de Bs.  70 por USD, al día siguiente estará en 69,97;  luego en 69,94 y así sucesivamente.  De esta forma, en un año el cambio estaría en 58,90;  en dos en 47,73;  al tercer año en 36,60;  el cuarto año en 25,46;  el quinto año en 14,33;  cumplido el sexto año estaría en 3,17.  En justo 2295 días, un dólar equivaldría a un Bolívar, es cuando para seguir con el proceso, volvería a tocar hacer la reconversión monetaria, colocándole nuevamente los tres ceros a la moneda y seguir con las microrevaluaciones, para que por medio de un proceso lento y continuado no se siga desajustando la economía y realmente tengamos un Bolívar Fuerte.

Es simplemente cuestión de voluntad política, empezar a hacer las cosas con lógica y sentido común, pensar en el bienestar de todos los venezolanos por igual y en el desarrollo nacional.

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