martes, 9 de febrero de 2016

De los motores de Maduro a las propuestas de Lorenzo

De los motores de Maduro a las propuestas de Lorenzo

En la palestra pública están dos propuestas para dinamizar la economía venezolana en esta coyuntura de crisis, una encabezada por el Presidente Maduro en donde nos expusieron 13 motores que representan 36 sectores de la economía y 50 productos o rubros a ser explotados como país para salir del rentismo petrolero, acompañados del famoso Decreto de Emergencia Económica, por demás inútil porque no proponía nada nuevo, salvo más intervencionismo estatal, por lo que fue desaprobado por la Asamblea Nacional y en su informe le expusieron al país suficientemente las razones de tal decisión.  La otra propuesta, fue realizada por el propietario del grupo empresarial más exitoso de Venezuela, Lorenzo Mendoza. En ese sentido, comenzaré por dar mis puntos de vista acerca de los motores, para luego opinar de las 7 propuestas del dueño de La Polar.

Está bien detallada la propuesta presidencial que indica dónde está el potencial económico del país, pero no pasa de ser un ejercicio didáctico propio de una cátedra de geografía económica, ya que es bien cierto que en los sectores de Hidrocarburos, Petroquímica, Agroalimentación, Minería, Telecomunicaciones, Informática, Construcción, Industria, Turismo, Forestal, Banca, Finanzas, etc., se hallan nuestras ventajas competitivas sobre otras naciones.

Sin embargo, ese “plan” de desarrollo económico,  adolece  precisamente de lo principal, no es un plan, no veo por ningún lado cuáles son las medidas a corto, mediano y largo plazo para impulsar la economía en su conjunto en lo microeconómico y lo macroeconómico, dónde están las reformas jurídicas necesarias para resolver los problemas estructurales de la economía venezolana - pues siempre el gobierno todo lo concibe como si se tratase de una simple coyuntura- dónde se establecen las condiciones para que las inversiones se den, dónde la gestión de gobierno demuestra que puede haber confianza por parte de la ciudadanía, dónde están las condiciones básicas para que acá y en cualquier país del mundo haya inversión (respeto a la propiedad privada, gobierno con límites en su actuación, seguridad jurídica, moneda sólida y libre mercado), dónde están detallados los elementos básicos para que se den las condiciones para  el desarrollo de la economía (mano de obra calificada, inversiones de capital privado, avances tecnológicos y explotación de los recursos naturales), dónde están las estrategias para que nuestro país se muestre como un destino seguro para las inversiones en comparación con otros partiendo de la idea que el capital es dinámico y se moverá a donde haya mejores condiciones, y muy importante, dónde están las medidas para ponerle un freno a la delincuencia, pues aunque a simple vista parezca que no tiene relación, el desarrollo económico está influenciado directamente por las políticas de seguridad ciudadana que garanticen el derecho a la vida de los ciudadanos.

Tantas mesas de trabajo lo único que están significando para el país es pérdida de tiempo para las tres partes, el Gobierno deja de hacer lo realmente necesario para impulsar la economía, los empresarios convocados en lugar de emplear su tiempo en producir, están asistiendo simplemente para mendigar divisas sobrevaluadas a buen precio, y el Pueblo en su conjunto, sigue engañado, cansado y con cada vez menos esperanzas de que el asunto económico finalmente camine.

Ahora bien, para entrar en materia con las propuestas de Mendoza, me extenderé un poco porque están más detalladas, pero antes quiero aclarar que mi posición al respecto no es un ataque hacía él, pues gracias a su gestión, nuestro país no está en hambruna generalizada, y al contrario de lo que trata de hacer creer el gobierno, el problema no es la existencia de Empresas Polar, el problema es la no existencia de otras empresas del mismo calibre, de modo que pueda existir una sana competencia;  si Polar desde el punto de vista de la oferta de productos terminados tiene una posición oligopólica, y desde el punto de vista de la demanda de materias primas tiene una posición oligopsónica, no es por una maquiavélica forma de posicionarse en todos los puntos de la cadena de comercialización, sino por las erradas políticas económicas implementadas por los gobiernos de la Cuarta y la Quinta República que no han permitido que los mercados estén abiertos para el ingreso de nuevos competidores.

Señalaré las siete propuestas presentadas por Lorenzo Mendoza y a continuación de cada una de ellas mi opinión sobre las mismas:

1) Reconocimiento de la deuda para iniciar el refinanciamiento de ésta y permitir se abran las líneas de crédito para reactivar el acceso a las materias primas, ya que las industrias reportean niveles críticos de insumos: Mas que reconocer  la deuda, el problema está en que haya capacidad de pago por parte de la República, y divisas no hay, nada se hace reconociendo deudas (que ya están detalladas) si no se pueden honrar los compromisos. Las líneas de crédito pueden abrirse nuevamente si los solicitantes venezolanos directamente se hacen cargo de sus futuras deudas, obviamente ello pasaría por un desmontaje progresivo del control de cambio para que se democratice el acceso a las divisas, las cuales deben tener su valor real, y dejar de lado esa perniciosa costumbre venezolana de sobrevaluar la moneda con cambios oficiales alejados de la realidad, para comenzar a  otorgarle el valor que realmente tienen.

2) Financiamiento más eficiente y menos costoso para los venezolanos: De cuál financiamiento costoso podemos hablar si las tasas de interés se han mantenido bien bajas desde hace años, ya que el Gobierno también las ha regulado, además que por el exceso de liquidez monetaria  la banca ha colocado todo el dinero que el encaje legal le permite en préstamos a personas naturales y jurídicas.  La acentuación  de una medida como esta generaría otro grave problema en un importante sector de la economía como el bancario, porque dichas tasas están por mucho rezagadas frente a la inflación.

3) Crear un fondo para adquirir materias primas, insumos y repuestos para que esos recursos sean asignados a la producción de bienes esenciales:  Si se trata de un fondo público, sea para lo que sea, ya la experiencia nos ha dicho que esas iniciativas no dan buenos resultados, el único Fondo al cual la República debe destinar dinero es a los “anticíclicos” o de “estabilización macroeconómica”, que precisamente permitan garantizar un óptimo nivel de ahorro de reservas internacionales para cuando los ingresos públicos bajen de nivel.  Todo fondo público que sea para la solicitud de particulares, al ser administrados por funcionarios públicos, lamentablemente tiende a ser otorgados por relaciones de “amistad” o conveniencia donde esté de por medio una comisión, ¿ya acaso Recadi en los años 80’s y recientemente Cadivi y Cencoex no nos han demostrado suficientemente que fondos de este tipo no logran sus fines propuestos?

4) Ajustar precios que están congelados para que cubran costos y asegurar la rentabilidad de las empresas: Cómo pueden ajustarse precios congelados para que cubran costos, cuando la espiral inflacionaria hace que  los precios queden rezagados respecto a los costos independientemente de cualquier ajuste, en lugar de partir de la premisa del ajuste de precios, la gestión de gobierno debe garantizar la estabilidad de la moneda, pero para ello debe dejar de seguir emitiendo moneda nacional sin respaldo en reservas internacionales, principal causa de la inflación.

5) Poner a producir las empresas del Estado mediante un “programa de recuperación urgente” donde se considere alquilar las instalaciones improductivas o la reversión de la estatización: Totalmente de acuerdo, pero una medida como esta encontrará una fuerte oposición por diversos sectores de la sociedad, especialmente políticos del oficialismo y trabajadores de las empresas improductivas, salvo que se implemente una eficaz estrategia comunicacional que convenza de la viabilidad de la misma, en ese sentido, se deben confrontar ambos modelos con sus pros y contras, empresas estatizadas realmente representan bajos niveles de productividad, desviación de recursos y pedidos, prácticas corruptas, pérdidas contables y no ganancias, mala gerencia y administración, para seguir manteniéndose a flote requieren asignaciones del presupuesto público y, supuestamente, protección de los puestos de trabajo, cuando la verdad es que en las empresas del estado es en donde son más vilipendiados los derechos de los trabajadores, se irrespetan los contratos colectivos, etc.  En cambio, con empresas privadas se asegura que hayan altos niveles de productividad, recursos y pedidos efectivamente son dirigidos a verdaderos compradores, buena gerencia y administración que optimiza el uso de recursos para generar ganancias, y por ende las empresas contribuyen al presupuesto nacional con sus cuotas de impuesto, sin la necesidad de requerir de aportes del fisco para su sobrevivencia, y, los derechos de los trabajadores realmente son garantizados por la gestión que pudiese hacer el Estado a través de las Inspectorías del Trabajo.

6) Polar se compromete, si se hacen los ajustes de precios correspondientes, a destinar un porcentaje de su producción de bienes de primera necesidad a programas sociales a un precio preferencial:  Los programas sociales de alimentación tipo Mercal y Pdval, fallan porque cualquiera tiene acceso a ellos, cuando deberían estar restringidos para los sectores de la población más vulnerables económicamente a través de un estudio de las condiciones socioeconómicas de las familias más pobres, para que solo a ellos estén destinados provisionalmente esos programas, mientras reciben asistencia del gobierno para ingresar al mercado laboral y no depender de los mismos en el futuro.  Si Polar colabora de esta forma, sería excelente, pero para ello debe por un lado hacerse lo necesario para que aumente la producción nacional de alimentos, y por el otro, permitirse que cualquiera pueda importar la comida que se necesita para completar las deficiencias, pues siempre que existan monopolios estatales no se lograrán los mejores resultados, como ha sucedido cuando dicha importación de alimentos ha estado en manos del sector público.  El resto de la población, al democratizarse el acceso a la posibilidad de importar alimentos, podría acudir a las redes privadas de distribución de los mismos, sin colas, desabastecimiento y penurias.

7) Promover el desarrollo agrícola en rubros donde nuestro país es competitivo, como café, arroz y azúcar: Para que puedan promoverse estos y más rubros debe comenzarse por otorgar la titularidad sobre las tierras, pues todas las tierras con vocación agrícola son propiedad del Estado y los que en ellas habitan apenas tienen un título precario de posesión, que primero no les permite acudir a la banca para solicitar un préstamo, ni tienen un terreno del que en algún momento puedan disponer.  Si deciden acudir a la banca para solicitar un préstamo, deben hacerlo a la banca pública, con la consecuencia que esos fondos provendrán del presupuesto nacional, con más gasto público, cuentas deficitarias, más emisión de dinero inorgánico y más inflación.

Finalmente, algo que los venezolanos necesitamos empezar a tener bien claro, y que está representado en la frase célebre de 1887 acuñada por Lord Acton que dice “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, es que nuestro problema siempre ha sido la concentración del poder en pocas manos, el cual debe interpretarse en sentido amplio, incluyendo no sólo el político sino el económico, y la confusión de ambos sería gravísimo para nuestra sociedad.  Digo esto, por las esperanzas de un sector de la sociedad puestas en Lorenzo Mendoza como futuro Presidente, aunque él ha dejado claro consecuentemente que esas no son sus intenciones, para mí una cosa es hacer exitoso un grupo empresarial y otra es conducir los destinos de un país, no nos pase como con el anterior Presidente -manteniendo las distancias- que al administrar bien la cantina de un cuartel en Maracay, asumió que de la misma forma se podía gobernar a una Nación.

Ya el año pasado publiqué dos artículos con un extenso catálogo de medidas económicas, los cuales cito acá por medio de sus respectivos enlaces, para el que esté interesado en su consulta (http://goo.gl/1OTqUw y http://goo.gl/lxwv86).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario