John Maynard Keynes
Finalizada la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos de Norteamérica se consolidan como primera potencia mundial, desplazando la hegemonía económica inglesa. Gracias al auge de la industria americana, todo el mundo empieza a invertir en acciones, las empresas crecen financieramente y aumentan la producción, la oferta se vuelve enorme, muy por encima de la demanda, por lo que empiezan a paralizarse las ventas, los industriales comienzan a detener la producción, y a hacer despidos masivos, bajó el valor de las acciones de las empresas, y todos las personas que invirtieron sus ahorros en acciones comenzaron a empobrecerse. Sucede el crack de la bolsa de New York, conocido como el “jueves negro” el 29/10/1929, ocasionando la ruina de múltiples bancos, desempleo, pérdida de viviendas y al ser tan influyente los Estados Unidos en la economía de todo el mundo, se generaliza la crisis en todos los países, entre los que se encontraban los sub-desarrollados sólo productores y exportadores de materias primas y productos agrícolas, que dejaron de tener mercados en donde colocar sus productos. La mano invisible del mercado expuesta por los clásicos no pudo equilibrar la economía. La Unión Soviética con una economía colectivista se fue consolidando, ya que sus productos se consumían en el mercado interno, no le hacía tanta falta el comercio exterior y permitió que el comunismo fuera teniendo aceptación en algunos países.
John Maynard Keynes crítico de las teorías
marginalistas y de los clásicos, nace en Inglaterra en 1883, alumno de Alfred
Marshal, exponente de la teoría marginalista, publica en 1936 “Teoría General
de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, en donde recomienda una fuerte
intervención del Estado para superar la crisis.
Entre las principales críticas que hace de la teoría marginalista, es
que es falso que el desempleo involuntario sea transitorio, sino que puede ser
permanente, ya que los empresarios de los países industrializados son incapaces
de emplear a todas las personas, y al no haber ingresos, no habrá demanda
efectiva de productos.
Para los marginalistas la Oferta y la
producción son los motores que mueven la economía, proponen la “Ley de Sey” en
donde exponen que toda oferta crea su propia demanda, y que las clases sociales
de lo que reciben, compran bienes originando la demanda efectiva. Los terratenientes de la renta que reciben,
los capitalistas de los beneficios y los trabajadores de los sueldos, destinarán
una parte al consumo.
Keynes analiza esta postura y nos dice que
efectivamente hay una propensión natural a consumir, tal como dicen los
marginalistas, pero las clases sociales que obtienen mayores ingresos,
destinarán una parte de esa renta y beneficio a la Inversión, es decir, agrega
la Inversión como un segundo motivo de la demanda, en conjunto con el
Consumo. Para Keynes si aumentan los
ingresos aumenta el ahorro y la inversión, ya que la propensión a consumir es
más o menos estable, es por ello que el Estado debe garantizar las perspectivas
económicas y la seguridad, para que al tener los capitalistas un aumento en sus
expectativas, destinen parte de sus ingresos a la Inversión, contraten mano de
obra, aumente la producción y haya productos en el mercado. Los cuales sólo podrán ser consumidos, en la
medida que la demanda efectiva aumente.
Para Keynes es la demanda que crea la oferta. Si hay malas expectativas en los empresarios,
se produce el estancamiento paralizando la producción, esos estados de ánimo
fue lo que él llamó los “espíritus animales de los empresarios”. Para Keynes si baja la demanda efectiva, baja
la producción y en consecuencia disminuye la oferta (inversión de la Ley de
Sey) y se genera el desempleo, por ello la clave es aumentar la demanda
efectiva, la cual debe ser impulsada por el estado a través de dos
herramientas, la política fiscal y la política monetaria.
La Política Fiscal se baja en administrar
con eficacia los impuestos para hacer una inversión adecuada del Gasto Público,
en grandes obras de infraestructura como son las vías de transporte e
instalaciones de generación energética, que impliquen grandes contrataciones de
trabajadores, aumentando los ingresos de la población, y en consecuencia la
demanda efectiva. Construcción de obras
de ese tipo a la larga, contribuirán a mejorar las condiciones de la inversión
privada.
La Política Monetaria se basa en una
emisión controlada de la cantidad de billetes y monedas en circulación para
inyectarle dinero a la economía, y por ende haya una rebaja en las tasas de
interés, que al compararlas con las ganancias que puedan llegar a dar los
negocios, hagan atractivo la solicitud de préstamos para la inversión y no el
ahorro por parte de las clases sociales que obtienen mayores ingresos. Al destinar una buena parte de sus ingresos a
nuevas inversiones, no al ahorro, y a solicitar aún más préstamos para realizar
nuevas inversiones, aumentará la producción u oferta de bienes, y al haber
políticas de pleno empleo estarán garantizados los ingresos para que pueda
darse la demanda efectiva.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, para
contrarrestar el comunismo, el Keynesianismo se extiende globalmente,
originándose entre 1940 y 1970 lo que se conoció como los 30 años dorados de
esta escuela económica, donde en general hubo una mejor calidad de vida para
las personas, con buenas políticas de salud, educación, jubilación y acceso a
crédito, habiendo un estado de bienestar generalizado, por los mecanismos de
cooperación internacional y reconstrucción de países producto de los acuerdos
de Bretton Woods que crearon al Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial. Hasta que finalmente dejaron de
tener estos organismos el rol coordinador de la economía y comenzaron a actuar
como agentes liberalizadores de los mercados mundiales, imponiendo recetas
neoliberales estandarizadas a todos los países, que terminaron generando
pobreza y masivas privatizaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario