lunes, 19 de diciembre de 2016

La Riqueza de las Naciones, Adam Smith, resumen capítulo 6, libro 1

UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LA CAUSA Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

ADAM SMITH

Libro 1, Capítulo VI
Partes que integran el precio de las cosas

En un estado primitivo y bárbaro de la sociedad, antes de la acumulación de capital y apropiación de las tierras, el valor de las cosas era dado por la cantidad de trabajo (en tiempo) necesario para obtener los productos. Además del tiempo, influía la dureza del trabajo, o el grado de destreza o habilidad requerido.

Cuando comienza la acumulación de capital, y alguien pone a trabajar a otras personas, con la intención de vender un producto, y luego de cubrir los costos de los salarios y los materiales, lo lógico es que haya un excedente que servirá para cubrir el riesgo del capital invertido en determinada aventura, que lleva  el nombre del beneficio.

Se puede incurrir en el error de pensar que esa compensación es otro tipo de salario, por una clase especial de trabajo, como es el de la inspección y dirección, pero es una naturaleza totalmente distinta. Ya que su cuantía no depende del tiempo, la dureza, la destreza o la habilidad, depende de la proporción del capital empleado. Los beneficios del capital constituyen en el precio de los artículos una parte integrante distinta por completo de los salarios del trabajo, y que se regula por principios del todo diferentes.

En cuanto a las tierras de un país que sean propiedad particular, los terratenientes exigen una renta incluso por lo que las tierras naturalmente producen.  Cuando se entrega al terrateniente una porción de lo que el trabajador recoge o produce, o en su precio equivalente, se da lo que se llama la renta de la tierra y forma un tercer favor integrante del precio de la mayor parte de los artículos.

El valor real de las distintas partes integrantes del precio se mide por la cantidad de trabajo que cada una de ellas puede comprar o de que puede disponer.  El trabajo sirve de medida no sólo del valor de la parte del precio que se resuelve en trabajo, sino de la que se resuelve en renta y de la que se resuelve en beneficios.  En todas las sociedades, el precio de los artículos viene, en último término, a resolverse en una u otra de las partes que hemos dicho, o en las tres, y en toda sociedad adelantada, esas tres partes entran, más o menos, como integrantes del precio de la gran mayoría de las mercancías.

A medida que un artículo determinado va siendo más y más elaborado, la parte del precio que se resuelve en salarios y beneficios va siendo mayor en proporción de la que se resuelve en renta.  En el proceso de elaboración no sólo aumenta el número de beneficios, sino que cada beneficio subsiguiente es mayor que el antecedente: porque el capital que se deriva tiene que ser siempre mayor.

Sin embargo, hay algunos pocos artículos que el precio se resuelve solo en salarios y beneficios de capital.  Y otros más reducidos, que sólo se resuelven en salarios. De modo pues, que el precio total de cualquier artículo tiene, a pesar de todo, que resolverse en último término en una u otra, o en las tres partes en cuestión, porque cualquiera que sea la parte que queda después de pagar la renta de la tierra y el precio de todo el trabajo empleado en cultivar, elaborar y llevar el artículo al mercado, tiene forzosamente que ser un beneficio para alguien.

Salarios, beneficios y renta son las tres fuentes primarias de todo ingreso. Todo aquel que obtiene sus ingresos de un fondo suyo propio, tiene que sacarlos o de su trabajo, o de su capital o de sus tierras. Y los que obtiene una persona que no lo emplea directamente, sino que lo presta a otro, se llama interés o usura del dinero. Este es la compensación que le prestatario paga al prestamista por el beneficio que él tiene ocasión de obtener mediante el uso del dinero.

Cuando esos beneficios pertenecen a personas distintas, resulta fácil distinguirlas, pero cuando pertenecen a la misma persona suelen a veces confundirse unas con otras, por lo menos en el lenguaje corriente.

En los países la sociedad está dividida en hombres laboriosos y ociosos, estos últimos consumen gran parte de lo producido, por lo cual de un ano a otro, el valor corriente o promedio de lo producido, crecerá, disminuirá o seguirá siendo el mismo dependiendo de las diferentes proporciones en que se divida las dos clases de personas.

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