domingo, 30 de octubre de 2016

El Intervencionismo Estatal a lo largo de la Historia

El Intervencionismo Estatal a lo largo de la Historia

La diatriba entre Intervención del Estado en la Economía y la Libertad Económica es tan vieja como el mundo mismo, desde que se empieza a hablar de civilizaciones.  En los Imperios Egipcio, Hitita y Asirio se puso en práctica un sistema de dirigismo económico con intervención del Estado en la economía bastante profundo.  En cambio en Mesopotamia privaba la libertad económica, la tierra como factor de producción era de propiedad privada, solo estando obligados a contribuir con el mantenimiento de diques y canales.

En Mesopotamia los artesanos eran dueños de su taller, podían trabajar para empresarios y podían vender libremente sus productos y comprar sus insumos, los intercambios comerciales importantes con el exterior se hacían por sociedades que operaban con capitales del palacio, de los templos y de los particulares.  Se especializa la función bancaria, incluso se extiende el crédito hipotecario.

Predominaba el trueque pues realmente no había propiamente una economía monetaria, pero si podía hablarse de una economía pre-monetaria por el incipiente sistema bancario que surgió.  La parte estable de Mesopotamia fue Babilonia, pero con las invasiones Hititas y Asirias se acabó el estado Babilónico.

Por su parte, en Egipto, fundamentalmente agrícola, las tierras eran propiedad del Faraón y se daba en posesión a los cultivadores. La producción se entregaba al Estado, la distribuía a la población y se reservaba un quinto para la Corte, los sacerdotes y dejaba una parte para contingencias.  Similar sistema se aplicaba a las artes y oficios. La población se censaba, se ubicaba en las parcelas y se fijaban los impuestos, teniendo extrema importancia los escribas.  Había industrias o talleres del Estado en las áreas textiles, cobres, muebles, orfebrería y bebidas, se reservaba las canteras y por su cuenta construía edificios, templos y monumentos. Todo el trabajo era ejecutado fundamentalmente por esclavos.  El Estado hacía posible la enorme infraestructura de diques, canales y manejo del agua del Nilo, imprescindible para la agricultura.  El intercambio se hacía por trueque, aunque transacciones importantes de tierra y ganado se podían realizar en metálico.

En Grecia hay propiedad privada con algunas intervenciones del Estado, lo más importante del mundo helénico es la introducción masiva de la moneda lo que permite su desarrollo pues Egipto, Babilonia, Hititas, Asiria, Fenicia y Cartago operaban básicamente por trueque. Las ciudades-estados comienzan a acuñar monedas, predominando el dracma ateniense entre el siglo V y VI.

Alejandro Magno de Macedonia conquista Grecia e introduce una reforma monetaria en donde combina el sistema macedónico y el persa, pues en Macedonia 1 tetradacma de oro = 25 dracmas de plata, y en Persia 1 darica de oro = 20 siclos de plata. Asimiló el dracma y el siclo, bajó el tetradacma a 20 dracmas de plata, de esta forma se unifican lo patrones monetarios en todo el Imperio, lo cual facilita las operaciones comerciales, aunado a la conquista y captura de los tesoros de los reyes orientales, trae como consecuencia un inmenso aumento de la circulación monetaria, y todas las zonas comerciales basadas en trueque abandonan ese sistema.

Aunque Platón era colectivista, Aristóteles se pronuncia por la propiedad privada e individual, siendo mentor de Alejandro Magno, Grecia se caracteriza entonces por ser una economía de propiedad privada pero sujeta a la intervención del Estado, en algunos aspectos, como el monetario antes descrito.

Luego en Roma, existe la propiedad privada consagrada en leyes, libre disposición de productos por parte de cultivadores y productores, pero con amplia intervención del Estado, para evitar el acaparamiento, escasez y monopolios, controlar precios, armonizar precios y salarios, algunas veces prohibían los intereses en los préstamos, restringir el tamaño de las tierras, pescar de noche, prohibir a los soldados ejercer el comercio, controlar pesas y medidas, incluso en ocasiones hubo prohibiciones de importación y exportación de ciertos productos, entre otras tantas medidas.

Cuando desaparece el Imperio Romano y comienza la Edad Media, surge el feudalismo y prácticamente el Estado desaparece, existen grandes latifundios y los talleres de reparación están en el seno de los mismos. El carácter universal de la Iglesia predomina. Acá puede hablarse de una nula intervención del Estado, pues los señores feudales y los mercaderes que iban por todo el territorio establecían relaciones comerciales de libre mercado.

Es en la época del Renacimiento en donde se crean los Estados Nacionales que necesitaban unificar y centralizar el poder, empiezan a aparecer pequeñas comarcas en torno a los grandes latifundios y es allí donde surge una actividad económica independiente cuando se trasladan allí los talleres de reparación y artesanos.

Es cuando se da lugar a la política mercantilista, eminente intervencionista, que procuraba luchar contra el universalismo de la iglesia, levanta el nacionalismo por encima del localismo o particularismo de los fueros de las ciudades, unificándolas dentro del conjunto nacional.  El mercantilismo procura robustecer el poder del Estado, la actividad económica se debe traducir en un excedente comercial al entrar en el intercambio internacional, se deben acumular metales preciosos para enfrentar cualquier emergencia, guerra o circunstancia adversa con otros estados nacionales.

Al término de la Edad Media, nos conseguimos con la Edad Moderna, en donde la formación del capitalismo comercial pasa por un proceso de formación de casi tres siglos, iniciado en el siglo XVI y que culmina en el siglo XVIII, a pesar que el individuo debía someterse a los grandes fines del Estado, el Estado mercantilista, gracias a la intensificación de los intercambios comerciales y la acumulación de capital por parte de los mercaderes, se buscó que hacer con ese dinero y se destinó a los avances tecnológicos, lo cual derivó en la Revolución Industrial.

El proceso de formación del capitalismo pasa por tres fases: Artesanado, Industria Dispersada e Industria Manufacturera, en donde los países que logran culminar el proceso logran un elevado desarrollo económico en comparación con los otros que no pudieron hacerlo, y después de casi doscientos años de grandes medidas proteccionistas a su industria nacional aplicadas desde el Estado, con prohibición de importaciones, desarrollo marítimo comercial, e incluso ataques a flotas mercantes extranjeras, es cuando comienza la promoción del Libre Mercado por parte de los países dentro y fuera de sus fronteras.

El Liberalismo Económico, es descrito a partir de la observación que en el mundo civilizado realizó Adam Smith y que plasmo en su obra conocida como “La Riqueza de las Naciones”, en donde se plantea la nula intervención del Estado en la economía, a través del “dejar hacer dejar pasar” para que “la mano invisible del mercado” corrija cualquier injusticia o distorsión a través de las Leyes de la Oferta y la Demanda.

En otra parte del mundo, la defenestración del poder al Zar Nicolás II, por las Fuerzas Armadas Rusas, lideradas por las fuerzas liberales de Kerensky, no contó con la ayuda económica estadounidense del presidente Wodrow Wilson, lo cual generó un segundo golpe de Estado propiciado por el Partido Comunista encabezado por Lenin que contó con la ayuda de Alemania, y dio como resultado el mayor intervencionismo estatal que ha visto la humanidad en casi la mitad de los países, con la instauración en el territorio ruso, chino, países de Europa oriental, Asia, África e incluso América, de las medidas para acabar con la lucha de clases y establecer la dictadura del proletariado  que propuso Marx y Engels en el “Manifiesto Comunista”.

Está el mundo dividido en dos formas de establecer las relaciones económicas y políticas, cuando ocurre la Gran Depresión en el mundo del Libre Mercado, y surge el Keynesianismo como otra forma de intervención estatal, que utiliza la herramienta de la política fiscal para dinamizar la economía, sin intervenir en las relaciones de producción, pues no cree en el exceso de dirigismo estatal, pero que busca manipular las variables empleo, dinero e interés, de modo que se puedan equilibrar los agregados macroeconómicos, y por sobre todo las oferta y demanda agregadas.

Es cuando el mundo ahora se divide en Primer Mundo, países de Libre Mercado; Segundo Mundo, países socialistas-comunistas con una economía centralmente planificada sumamente intervencionista, sin propiedad privada sobre los medios de producción; y Tercer Mundo, países con respeto a la propiedad privada sobre los medios de producción, con una pronunciada intervención del Estado, marcado por el uso exagerado de las medidas Keynesianas.

Específicamente en nuestro continente, comienza el proceso de “sustitución de importaciones” propuesto por la Escuela Estructuralista Latinoamericana, especialmente la CEPAL y el argentino Raúl Prebisch, que busca equilibrar la acumulación de riqueza entre los países del Centro y la Periferia, en donde acompañado de las medidas Keynesianas el Estado interviene en la economía financiando a la industria local, pero a costa de grandes endeudamientos estatales, lo cual generó la crisis de deuda externa por parte de los países deudores en donde los países acreedores buscaban equilibrar a través del incremento en las tasas de interés, sus caídas en la demanda, producto del autoabastecimiento latinoamericano y ahora el desarrollo de Japón y Alemania que comenzaron a aportar a la oferta, luego de su recuperación posterior a la segunda guerra, en la que también influyó el Plan Marshall, que también representó intervención estatal por parte de las potencias ganadoras del conflicto, y que propuso Keynes para no incurrir en el error de las sanciones de la I Guerra y que trajeron como consecuencia el surgimiento del Nazismo.

Es por ello, que aunque el Keynesianismo y el Estructuralismo Latinoamericano CEPALIANO supieron responder a las necesidades del momento, surgen las crisis de deuda y de la Inflación, y el Monetarismo predica la importancia de la Política Monetaria por sobre la Política Fiscal, pasando dicho sistema por una intervención del Estado, buscando como controlar la inflación a través de la cantidad de dinero inyectada por el Estado en la economía.

El Neoliberalismo procura entonces instaurar el Libre Mercado a través de la inversión de las multinacionales, la especialización internacional del trabajo y la aplicación de medidas que permitan corregir los agregados macroeconómicos, para corregir los malos resultados que la intervención del Estado produjo en América Latina, con medidas de shock, que a mi juicio fue el error, pues se generaron implosiones sociales en el continente que motivaron, a pesar de la aparente muerte del comunismo con caída del Muro de Berlín y el colapso de la URSS, a la formación del Foro de Sao Paulo y el renacimiento del Socialismo del siglo XXI, en varios países, en donde volvemos al Intervencionismo Estatal.

Como vemos la pugna entre Intervención Estatal y Libre Mercado es casi tan universal y antigua como la civilización, no pudiendo encontrar la Sociedad una fórmula que permita equilibrar los conflictos de interés y poder de sus diferentes miembros, pues los seres humanos a diferencia de los animales que quieren para vivir, nosotros vivimos para querer, es decir, satisfecha una necesidad nos creamos una nueva, es por ello que siempre surgirán los conflictos políticos del “querer poder” y los conflictos económicos del “querer tener”, que se traducen en Intervención Estatal o Libre Mercado.

Solo en la medida que una sociedad tenga una Sociedad Civil educada, organizada y consciente de la importancia de valores universales como la Libertad y la Igualdad ante la Ley, pero con un sentido ético de respeto a los derechos de los demás conciudadanos y  el medio ambiente, podríamos hablar de una sociedad que respete todas sus libertades, entre ellas las económicas de producir, intercambiar y distribuir toda clase de bienes y servicios, con la única limitación de no afectar la vida, la libertad y la propiedad ajena.

Sólo en ese nivel de evolución, lo cual es algo utópico, se podría hablar de no requerir la intervención del Estado, pues así como la economía es cíclica, también lo es la Política, los ciclos de las formas de gobernar ya fue expuesta desde la antigua Grecia y nos hablan de la instauración de una forma de gobierno, su degeneración y sustitución por otro sistema distinto. Lo traigo a colación porque Economía y Política van indisolublemente atadas.  Es por ello que en lo particular me quedo con la máxima “Tanto Mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”.




BIBLIOGRAFIA


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-          Mata Mollejas, Luis (2014). Los Conflictos Políticos del Dinero. Fundación Alberto Adriani.

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-          Mata Mollejas, Luis (2016). La Política ¿Negocio o Reto? Fundación Alberto Adriani.

-          Savater, Fernando (1997). Política para Amador. Editorial Ariel S.A.


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