lunes, 18 de enero de 2016

Venezuela: los cambios estructurales que requiere

Venezuela: los cambios estructurales

que requiere


El cambio que se requiere en Venezuela es deseado por la mayoría de la población, hasta un partido tiene como slogan “el cambio es indetenible”, pero ese proceso de cambio presenta hasta los momentos un gran problema y es que no está bien claro, ya que es muy simplista por parte de muchos pensar que con cambiar a los titulares de los poderes legislativo este diciembre, y a los del ejecutivo en un futuro cercano, se comenzarán a solventar los graves problemas que los venezolanos padecemos.  Si bien es cierto que eso sería el comienzo, no menos importante es tener bien definido cuáles serían esos cambios profundos que Venezuela amerita y que son de tipo estructural y no coyuntural.
No obstante a que esa mayoría quiere un cambio, también hay que considerar que existe una minoría que detenta algún tipo de Poder, a los cuales no les interesa que ese proceso se materialice, ya que este estado de anarquía es ideal para la consecución de sus intereses, esa minoría de factores tanto internos como externos representada por delincuentes, funcionarios públicos corruptos, empresarios contratistas del Estado que se prestan para hechos de corrupción, contrabandistas de extracción de gasolina y alimentos, las Farc y el ELN, Cuba, el que comercializa con Divisas, el bachaquero, los sindicalistas, los trabajadores inescrupulosos que se amparan en la inamovilidad, incluso sectores de la oposición tradicional; tienen en esta deplorable situación las condiciones idóneas para seguir actuando al margen de la Ley, condiciones que no solo están vigentes porque el Gobierno de turno las tolera, sino porque nuestro entorno político, económico, social, cultural y jurídico así lo permite.
Sin embargo, esta situación de crisis es una oportunidad única de cambiar de raíz varias situaciones inconcebibles, las sociedades que están mejor hoy en día es porque en algún momento de su historia tocaron fondo, sólo hace falta convencerse de que si queremos obtener resultados distintos no podemos estar haciendo igual las cosas.
En política es imprescindible que surja una nueva generación de políticos que no vean el poder como un fin en sí mismo, sino como el medio para lograr que un Gran Proyecto Nacional se materialice, un Proyecto que comprometa a los venezolanos a que trabajen al unísono en objetivos comunes para las mayorías, pero sin vilipendiar los derechos de las minorías, un Proyecto que permita que los venezolanos se reconcilien y que entiendan que hay una manera distinta de hacer las cosas, que en este pedacito de territorio cabemos todos, que sólo con estudio y trabajo se construye un país y que es hora de dejar de mirar al pasado y comenzar a ver en dirección hacia el futuro.  Un Proyecto que incorpore a la Sociedad Civil a la gestión de gobierno y que pueda consolidarse ese etéreo principio de la Democracia Protagónica que pareciera que no tenemos claro.
Debemos seguir con la Educación, la cual ha fallado en hacer de los venezolanos “buenos ciudadanos”, necesitamos que se logre el cambio cultural, Educación que no sólo se imparte en las escuelas sino en todos los espacios, los seres humanos aprendemos a todas las edades en el transcurso del día y cualquiera en algún momento desempeña sin saberlo el rol de maestro, los miembros de la familia, alguna figura pública en un medio de comunicación, un funcionario en un organismo, un policía en la calle, un ciudadano común con algún gesto, todos pueden dar una valiosa lección de ética a otro sin saberlo, se trata de tener el pleno convencimiento que cambiando de actitud podremos lograr el cambio de rumbo que Venezuela lleva, y que ese cambio no depende sólo de los políticos, sino de que todos tengamos un papel activo en ese proceso.
En Economía, definitivamente no se puede aplicar la teoría económica de siempre, ver como el gobierno de turno reparte el producto de la renta petrolera para hacer justicia social, ya que es un negocio tan rentable que permite supuestamente vivir de él sin que dinamicemos la economía e implementemos un modelo de desarrollo bien planificado.  Para que comprendamos la magnitud de la situación, en PDVSA trabajan aproximadamente 150.000 trabajadores (lo cual es ya una exageración), representando un 0,5% de la población, y dicha Empresa aporta casi el 97% del total de las exportaciones.  Nuestra historia fuera totalmente distinta, si buena parte del 99,5% del resto de venezolanos estuviera ocupada en actividades industriales, agrícolas o financieras, que pudiesen incrementar nuestro PIB de manera sustancial, y no dedicados a actividades económicas de bajo calibre.
En el aspecto Social tanto los políticos demagógicos como la ciudadanía apática debe entender que un Estado Paternalista no le hace ningún bien a la sociedad, el Gobierno no puede estar resolviendo absolutamente todos los problemas y satisfaciendo todas las necesidades de la población, pues los seres humanos al contrario de los animales que “quieren para vivir” nosotros “vivimos para querer” y nuestras aspiraciones son siempre crecientes, es imposible que un ente superior representado por el Gobierno pueda tener la facultad de saber que necesidades se tienen y la potestad de decidir en qué medida puedan satisfacerse.  Esas políticas sociales deben en primer término brindarse sin la discriminación de un distingo partidista, y para la población que realmente lo requiera, con la finalidad de sacarlo del precario estado de pobreza, pero no regalándole bienes y servicios, sino generando el entorno para que salga de la pobreza por sí mismo.
Nuestro grave problema cultural debe también atenderse, los venezolanos somos muy cortoplacistas, queremos alcanzar nuestros fines sin importar los métodos, no planificamos, muchos se quejan de que el Gobierno no da la suficiente, nos fascinan las cosas regaladas sin que medie el esfuerzo para ello, y eso es igual en todos los sectores de la sociedad, pues si bien los que están en la clase media o los ricos ven como indebidas las prebendas de las misiones a las clases menos favorecidas, no le ven ningún problema a que la gasolina sea regalada, la electricidad esté subsidiada en un 80%, el Gobierno tolere que los empresarios sean monopolistas, muchos funcionarios se jubilen con apenas 15 años de servicio, entre otros claros ejemplos, que demuestran que este sistema desde hace décadas se ha diseñado para que la sociedad, por ciertos beneficios económicos tolere las malas decisiones de los políticos, para luego ellos puedan quedarse enquistados en el poder, valiéndose de una de nuestras características como población que es el agradecimiento y la solidaridad, lo cual nos tiene convencidos que el mejor gobierno es el que más da y el que más resuelve gratuitamente.
Los Cambios en las Sociedades se dan por Revolución o por Reforma, la primera es violenta, impuesta, espasmódica, atropellada e improvisada; en cambio la segunda, es pacífica, consensuada, continua, lenta y planificada.
Hacer en Venezuela los cambios no será sencillo como se plantea, incluso con mayoría simple o hasta calificada de la oposición en la Asamblea Nacional, es una oferta engañosa plantear que el 7 de diciembre se resuelven nuestros problemas, estos sólo se resolverán si los venezolanos todos ponemos de nuestra parte en trabajar en un Gran Proyecto Nacional de Desarrollo, si seguimos haciendo todo de la misma forma, seguiremos obteniendo los mismos resultados.  Es necesaria una gran Reforma planificada, que deje bien claro a la población cuál es la hoja de ruta para encaminar a la Nación, sin improvisaciones ni atropellos, lenta pero continua, aceptada por la gran mayoría, y que no incurra en todos los pésimos errores que cometió el Chavismo.
Una Contrarevolución que rápidamente revierta todo el daño que la Revolución Chavista ocasionó en forma expedita,  sería tremendamente contraproducente para la estabilidad política, social y económica del país, pues quienes estarían encargados de hacer la justicia que muchos exigen, se conseguirán que todo el sistema jurídico en general está corrompido, además que todos los factores de poder que mencione al comienzo del artículo, obviamente se opondrían a los cambios que se necesitan en defensa de su libertad.
Cuánto tiempo se requerirá para que una Reforma revierta el retroceso de aproximadamente unos 50 años que la Revolución Chavista impuso, no lo sé, pues esta anarquía durará otros años más, la emigración de profesionales es masiva, la fuga de capitales es constante, las reservas internacionales están en niveles precarios, la caída del aparato industrial es vertiginoso, la depreciación de la moneda es descomunal, la educación es cada vez peor en calidad, la pérdida de la institucionalidad en los organismos públicos es abismal, la desesperanza y la apatía de la población es enorme.  Necesitamos una propuesta que consiga subir la autoestima del venezolano, que convenza que solo estudiando y trabajando se construye un país, es difícil arreglar los problemas de Venezuela pero no imposible.
Los factores que un Gerente debe sumar para conseguir el éxito en cualquier organización, en la cual se incluye una Gestión Gubernamental son: Plan, Líderes, Personas, Recursos y Acción.  Si falta un Plan solo habrá Confusión,  si la carencia es de Líderes se generará Ansiedad, si las Personas no están incluidas o solo se trabaja con las incompetentes conseguiremos Lentitud e Ineficiencia, si escasean los Recursos obtendremos Frustración, y finalmente si no acometemos la Acción, lo único que tendremos serán Sueños.  Para lograr el éxito, se requiere que las personas que gobiernen a Venezuela tengan la habilidad de cristalizar la fórmula perfecta de un buen plan, los mejores líderes, sumar los esfuerzos de todas las personas, maximizar los recursos y ejecutar las acciones necesarias para enrumbar este país.
Todo proceso de cambio conlleva tres etapas, la primera es tomar conciencia de la necesidad de cambiar, que como dije la mayoría ya está convencida de ello pero una minoría poderosa se opone al mismo;  segundo, diseñar ese esquema de medidas para lograr el cambio, presentárselo a la Nación y convencerla de que lo que está allí planteado está bien argumentado, sustentado y comprobado que ha dado resultado en otros países; y finalmente, en caso de ser posible, comenzar a ejecutar todas las medidas de acuerdo al Plan sin estar improvisando con otras medidas distintas.
Venezuela tiene unas condiciones bien objetivas para llegar a ser potencia, tiene un clima que permite trabajar todo el año, es la segunda mano de obra más barata del continente después de Cuba, posee infinidad de recursos naturales, miles de hectáreas de tierra cultivable, tiene salida al mar de miles de kilómetros, prácticamente tenemos acceso a ambos océanos, tiene el segundo río más caudaloso del continente,  no hay conflictos bélicos internos ni aledaños, la relación con los países vecinos es relativamente armónica y la población no padece de conflictos tan arraigados como los que se dan por razones étnicas, religiosas o raciales.  Sólo hay que concentrar los esfuerzos en controlar la corrupción y la delincuencia, abatir la inflación, mejorar la educación de los ciudadanos, fomentar una cultura basada en valores, trabajar en un ordenamiento jurídico interno que beneficie al honesto y trabajador,  acabar la división de la población que tenemos por razones políticas y garantizar el entorno jurídico para que este sea un paraíso para las inversiones.
NI el FMI ni CHINA ni los Estados Unidos de Norteamérica hacen falta para arreglar nuestros asuntos, los venezolanos nos bastamos a nosotros mismos para ello, sólo es cuestión de  empezar a aglutinar como actores clave en este proceso de cambio que se requiere a los más capacitados y que estén dispuestos a hacer todo lo necesario para encauzar a la gran cantidad de población por el camino correcto.
Para finalizar, confirmo nuevamente que debe comenzarse con un Plan, un Gran Proyecto Nacional, de Desarrollo, de Industrialización, que genere el compromiso en una gran cantidad de personas, que incluya a todos los sectores, trabajadores, obreros, empresarios, inversionistas, académicos, universidades, iglesias, jueces, funcionarios públicos, policías, militares, a todos los venezolanos honestos y trabajadores que quieran ver a este país como una Gran Nación hecha Potencia Económica, estoy absolutamente convencido que es posible, no será dentro de una década, porque el daño de la Revolución ha sido colosal, pero si comenzamos desde ya mismo lo lograremos, todos juntos los venezolanos, montados en el mismo barco remando en el mismo sentido, Construyendo una Nueva Venezuela.

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