viernes, 31 de julio de 2015

¿Por qué el Problema Gubernamental Venezolano es de Tipo Gerencial?

Para dirigir un equipo de trabajo es imprescindible poseer ciertas habilidades de tipo gerencial, y es evidente que en años recientes,  en casi la totalidad de los organismos públicos hay carencia de ellas por las razones siguientes:
1.- Un gobierno eficaz, debe estar dirigido por personas con atributos gerenciales ya que siempre deben actuar teniendo en cuenta las 4 funciones básicas de la administración: Planificación, Organización, Dirección y Control.

2.- Quien esté encargado de dirigir una actividad debe estar bien claro de ¿Qué es lo que quiere? ¿Para cuándo lo quiere? ¿Cómo lo va a hacer? ¿Con quiénes lo va a poder lograr? ¿Cuál es la finalidad de hacerlo? y muy importante el ¿Por qué hacer lo que está haciendo?  Para que Venezuela pueda salir adelante debe empezar por configurar un Plan de Gobierno, que le sirva a una gran mayoría de venezolanos y no a una mitad, para que tenga la posibilidad de sumar esfuerzos y todos trabajen en función de alcanzar los fines propuestos, fijándose metas que sean objetivas, razonables y posibles de cumplir en el corto, mediano y largo plazo.
3.-  Los factores que un Gerente debe sumar para conseguir el éxito en cualquier organización, en la cual se incluye una Gestión Gubernamental son:  Plan, Líderes, Personas, Recursos y Acción.  Si falta un Plan solo habrá Confusión;  si la carencia es de Líderes, se generará Ansiedad; si las Personas no están incluidas o solo se trabaja con las incompetentes, conseguiremos Lentitud e Ineficiencia; si escasean los Recursos obtendremos Frustración; y, finalmente si no acometemos la Acción, lo único que tendremos serán Sueños.  Para lograr el éxito, se requiere que las personas que gobiernen a Venezuela tengan la habilidad de cristalizar la fórmula perfecta de un buen plan, los mejores líderes, sumar los esfuerzos de todas las personas, maximizar los recursos y ejecutar las acciones necesarias para enrumbar este país.
 4.- Concentrarse en tener una mejor administración del tiempo, recurso irrecuperable, por lo cual los altos niveles de jerarquía deben centrar sus esfuerzos en actividades fundamentales que estén destinadas a resolver los verdaderos problemas de los venezolanos, logrando en consecuencia el desarrollo nacional, en lugar de ocupar el tiempo en actividades inoficiosas como la politiquería, práctica muy común y que difiere totalmente de un ejercicio político de altura, propio de naciones civilizadas.
5.- Un buen gerente debe hacer una eficiente gestión del talento humano con los que cuenta, es necesario que no solamente administre personal, debe tener conocimientos de comportamiento organizacional, psicología social, motivación, liderazgo, competencias, proactividad, sinergia, entre otros.
6.- Al ser Venezuela un estado empresario, deben sus dirigentes conocer el mercado, saber cómo proceder en condiciones normales de mercados nacientes, maduros o en declinación, o en los casos de entornos complejos, cómo orientar correctamente sus políticas.
7.- Tener nociones del entorno económico, saber especialmente de microeconomía y macroeconomía, y manejar con facilidad los diferentes indicadores como el Producto Interno Bruto, la Inversión, el Consumo, el Gasto Público, la Balanza de Pagos, las tasas de desocupación y los niveles de empleo, etc., identificando los factores que en ellos influyen.
8.- Aplicar conceptos de Modelos Gerenciales, como el Benchmarking, el Leasing, las certificaciones ISO, la administración para la calidad, la calidad total, el mejoramiento continuo, la innovación; que si bien son propios de la Gerencia Empresarial, se pueden aplicar a la Gestión Pública para hacerla más eficiente.
9.- Los gobernantes deberían ser modelos a seguir para las sociedades que dirigen, por lo que deben reflexionar sobre sus acciones, reconocer las equivocaciones y comenzar a fomentar la unión de los habitantes, si en sus países hay problemas de corte sociológico como la intolerancia, la exaltación de antivalores y un clima de violencia.
10.- Hay una gran intrusión del sector militar en actividades de naturaleza civil, si bien es cierto que los militares tienen unas facetas de los cuales carecen la mayoría de los habitantes, como el orden, la disciplina, la responsabilidad, y muchos tienen valores arraigados como el nacionalismo, el amor a la patria, el sacrificio; su estilo gerencial es el de un sistema de órdenes rígido impartido por los superiores y acatado en forma incuestionable por los subordinados con un tipo de liderazgo autocrático, el cual se justifica para actividades que deben ser ejercidas en situaciones extremadamente críticas, es por ello, que ciertas organizaciones figuran bajo la estructura militar, como la policía, los cuerpos de bomberos, la protección civil y las fuerzas armadas, pues su ámbito de actuación es la resolución de situaciones de desastre, como un procedimiento policial, un incendio, una inundación, una guerra, momentos en los cuales depende la vida de otros seres humanos, y las órdenes impartidas por el superior, deben ser cumplidas en forma estricta por los subordinados.  Ese superior jerarca se supone que llegó a ese nivel por los años de experiencia, preparación y entrenamiento, condiciones necesarias para tomar en fracciones de segundo decisiones fundamentales que no pueden ser cuestionadas.  El caso es que otras actividades de tipo civil, como la educación, la salud, las finanzas, la administración de justicia, la diplomacia, etc., deben ser dirigidas por servidores públicos, del ámbito civil, con formación de tipo gerencial, y que tengan la experticia necesaria para lograr acuerdos con sus colaboradores, mantener la moral en alto, motivar y no ordenar, saber delegar en las personas de mayor capacidad y poseer la habilidad de extraer de cada individuo lo mejor de sí, y para ello no están formados los militares, quienes son los llamados a garantizar el orden institucional, así como la defensa y soberanía de la Nación.
Ya es la hora que en Venezuela se empiecen a cumplir los ciclos políticos expuestos desde hace siglos por Aristóteles en su obra “La Política” y que el país comience a ser gobernado por una aristocracia del pensamiento, representada por una generación naciente de políticos apartidistas, deslindados de ideologías dogmáticas y con propuestas prácticas, con especialistas en cada una de las áreas del conocimiento con miras a impulsar todas las actividades productivas, que gocen de una intachable honestidad, que sólo le interese dar lo mejor de sí a este país, lograr el desarrollo nacional y construir una nueva Venezuela.

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