En mi artículo pasado de El Columnero les expuse la profundidad de la crisis venezolana y el alcance de sus múltiples factores, la cual va más allá de la situación coyuntural que estamos padeciendo actualmente, por la baja en los precios del petróleo y la notable merma del aparato industrial venezolano, que a su vez genera la enorme escasez de todo tipo de productos y en consecuencia las colas que en cada rincón observamos. La situación de esas dos coyunturas, si por el azar del destino llegaren a solventarse, no van a responder a los problemas estructurales que nuestra sociedad padece y que detallé en ese artículo, los cuales solo podrán afrontarse de forma eficiente estableciendo un plan bien definido con estrategias a corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo, las medidas que deben aplicarse, son para atender en forma igualitaria cinco problemas existentes en nuestra sociedad, que no pueden verse en forma independiente, ya que todos son causas y consecuencias de sí mismos, en otras palabras, no se sabe que vino primero, pues están tan íntimamente relacionados que solventar uno sin considerar a los otros cuatro, no causaría efecto en la superación de este trance. Esos cinco problemas desde el año pasado, en todos mis círculos de conversación, artículos, clases, etc., los he expuesto bajo el título de “El Pentágono de la Crisis Venezolana”.
En la base del pentágono se encuentra la Inflación, la cual en primer lugar se genera por la falta de implementación de acertadas políticas en materia económica desde 1983 con el Viernes Negro. El recurrir a la medida de quitarle valor a la moneda para sufragar el gasto público, sólo genera la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, haciendo que surjan automáticamente otros tres lados del pentágono.
Las aristas centrales del pentágono, corresponden a dos caras de la moneda de lo ilícito, la Corrupción y la Delincuencia común, las cuales se generan por la carencia de los dos lados superiores (Educación y Trabajo) y a su vez por la base (Inflación), problema que en mi criterio es el que se puede atacar de forma inmediata, con una simple decisión, acabando con la costumbre de emitir dinero inorgánico sin respaldo en la producción y las reservas internacionales; por su parte, la falta de una buena educación y mayores fuentes de trabajo, son carencias que sólo podrán superarse en el mediano plazo.
Corrupción y Delincuencia (“común”, como es conocida) deben combatirse con un aumento sustancial del número de operadores de justicia; incrementando el número de centros de detención dedicados a la rehabilitación del delincuente, y centros de trabajo para el cumplimiento de la pena; policías para las labores de vigilancia, investigación y detención; y, fiscales, jueces, defensores, contralores y funcionarios de tribunales para el procesamiento de las causas.
A la corrupción tiene que declarársele la guerra desde todos los frentes posibles, por lo que se pudiera implementar este primer catálogo de medidas: 1.- Incrementar los funcionarios de la Contraloría General de la República; 2.- Incorporar firmas de auditoría privada a la gestión de revisión y control, contratados por cada ministro, que cuenten con certificación internacional para garantizar la transparencia en sus dictámenes; 3.- Crear una Vicepresidencia de Auditoría y Control de Gestión, dependiente directamente de la Presidencia de la República y con facultades de revisión en todo el poder ejecutivo; 4.- Exigir a la comisión de contraloría del poder legislativo a que ejerza sus funciones; 5.- Eliminar todos los Fondos paralelos que se habían creado para absorber el excedente de la renta petrolera y que no pasaban por los controles de las normas jurídicas aplicables al manejo del erario público; 6.- Exhortar al resto de los países, así como a las instituciones bancarias radicadas en el exterior, a que colaboren con la investigación de funcionarios, congelación de cuentas y repatriación del dinero mal habido obtenido por prácticas corruptas, pudiendo incluso ofrecerse una comisión por los fondos recuperados; 7.- Activar la contraloría social del llamado poder popular, para que desde su punto de vista informe por los súbitos enriquecimientos y compra de bienes que puedan estar realizando los funcionarios que manejen presupuesto; 8.- Apoyar la labor de investigación e información, de periodistas de medios de comunicación independientes, en lo referente al manejo de fondos públicos; 9.- Garantizar la estabilidad e ingreso por concurso de jueces y fiscales para certificar la transparencia en la administración de justicia.
Siguiente arista, Trabajo, cuando los ciudadanos tienen uno formal y estable, la inflación hace que las remuneraciones que perciban se vuelvan haciendo poco a poco insuficientes, ya que dejan de satisfacer necesidades que en algún momento estaban cubiertas. Por otro lado, si el ciudadano común por falta de educación, en la cual se encuentran contenidos diversos valores entre los que se incluyen la honestidad y el respeto, ve que no tiene la posibilidad de comprar lo mínimo necesario con el ingreso percibido, puede encontrarse tentado a incurrir en delitos comunes como el robo, la estafa, el secuestro, etc.; y si llega a ocupar un cargo público, podría hacerse partícipe de prácticas corruptas. Como decía, no se sabe cuál es la causa y cuál es la consecuencia.
El Trabajo debe entenderse como un empleo digno, a la disposición de todos, acorde con las facultades del individuo, que permita su autorrealización y con una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades. En la actualidad, encontramos que el Estado tiene un exceso de oferta de puestos de trabajo, y el sector privado, en amplio declive y con una enorme disminución de las transacciones comerciales, tampoco tiene la posibilidad de cubrir esa demanda del mercado de trabajadores. Adicionalmente, es de público conocimiento como los derechos de los trabajadores del sector público son vulnerados, al ver que las causas ventiladas en Inspectorías y Tribunales muchas veces no son apegadas a derecho, y por el contrario, cuando el patrono es privado, las inspectorías no son tan diligentes para sancionar las faltas de trabajadores inescrupulosos que se amparan en la inamovilidad para cometer abusos en la relación de trabajo. Todo ello hace necesario que la política de Gobierno esté dirigida a apoyar la empresa privada, para que la mayor cantidad de empleados posible migre desde el sector público, y sólo allí queden las personas más capacitadas, eficientes, honestas y de reconocida solvencia moral.
La siguiente arista superior corresponde a la Educación, la cual debe entenderse no sólo como mejorar la cantidad de matrícula, sino que debe darse el gran salto de lo cuantitativo a lo cualitativo, elevando el nivel de exigencia que permita el logro de la excelencia, dando una educación de calidad, creando menciones de bachillerato que permitan a los estudiantes incorporarse al mercado de trabajo, promover la educación impartida por particulares y con la masificación de cursos de capacitación en áreas técnicas, para las personas sin estudios superiores que permitan incorporarlos a la campaña por el desarrollo nacional.
Este es un planteamiento general de las cinco causas de los principales problemas que cada venezolano percibe y padece, que llamo “El Pentágono de la Crisis Venezolana”, y un resumen de las posibles soluciones, en otros artículos se irán desarrollando otras propuestas en forma más detallada.
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