Estamos en una Venezuela Bizarra, un mundo al revés donde la división y la intolerancia es lo común, una sociedad de compatriotas donde dicho término causa repulsión en algunos, y en otros, muchísimo orgullo, pero en muchos casos lo menos que se comportan es como verdaderos patriotas. Se aprovechan de esta tierra solo en beneficio propio, cuando un verdadero patriota debe querer y tratar a su país como se adora a una hija y no como un proxeneta trata a las mujeres de las cuales abusa.
Nuestra sociedad por culpa de unos pocos y por la carencia de educación de muchos, que no se dan cuenta de las verdaderas intenciones de perpetuación en el poder y ansias de enriquecimiento ilimitado, han sido víctimas de un sistemático proceso de hipnosis colectiva usando como medio el manual de propaganda nazi, del cual voy a traer a colación sus 10 postulados:
- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo
- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. - Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”.
- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
10. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una impresión de unanimidad.
No voy a dar ejemplos concretos del uso de este manual, cualquiera que aquí viva, podrá darse cuenta de la aplicación reiterada de dichos principios desde hace varios años.
Al contrario de otros países que tienen conflictos muy arraigados por razones religiosas o raciales, en nuestro país no hay motivos para que padezcamos una división tan enraizada, como les decía en mi artículo “La Profundidad y Alcance de la Crisis Venezolana” cuando les hablaba de la crisis sociológica que padecemos: “La sociedad venezolana está totalmente dividida, hay dos mitades irreconciliables en su forma de ver la vida en sociedad. No se ve un norte claro y ya la gente se resignó a vivir con problemas. Se está perdiendo la esperanza de mejorar. La intolerancia ya ha desencadenado en violencia. Ambas mitades están convencidas que la otra parte es la culpable de los problemas”.
Es intolerable que por la aplicación de los postulados anteriormente detallados, los venezolanos nos hayamos dejado dividir de la forma en que lo han hecho. Es necesario para revertir estos efectos, que se empiece el proceso de desmontaje de la hipnosis colectiva impuesta y todos los venezolanos nos aboquemos a lograr el desarrollo nacional para salir de la crisis política, económica y social que seguimos sufriendo, a través de una nueva propuesta de gobierno que no esté dirigida a unos pocos sino a la gran mayoría.
Nos dividieron en pobres y ricos, revolucionarios y escuálidos, buenos y malos, hasta miembros de una misma familia dejan de tratarse, por tan bien implementado método de conquista y perpetuación en el poder. Si hay divisiones que hacer acá en el país, son entre los que crean los problemas y los que son parte de la solución. Las divisiones que hay que empezar a hacer para sacar al país de este marasmo son entre los funcionarios públicos honestos y los corruptos; entre las personas trabajadoras y las flojas, vividoras y sinvergüenzas; entre los honrados y los delincuentes; los cumplidores de la ley y los quebrantadores de ella; de una división así es que se pueden determinar los verdaderos buenos y los verdaderos malos, y no de la forma que nos impusieron los dirigentes de los bandos políticos actuales, donde los culpables de la crisis se determinan si están a favor o en contra del gobierno.
Hasta que no abramos los ojos y nos demos cuenta que sin importar nuestra tendencia política, que las personas buenas no son las que tienen más o menos dinero o las que están a favor o en contra del gobierno, sino las que cumplen con las leyes y demás normas de convivencia en sociedad, seguiremos en esta especie de purgatorio, viendo adversarios donde no los hay, ya que nuestros enemigos están bien claros, siempre me estoy refiriendo a ellos: la corrupción y la delincuencia
Con respecto a la Corrupción, ya anteriormente por este medio he propuesto un catálogo de medidas para combatirla, hoy sólo voy a dar unas cifras para poner en perspectiva el daño que ha ocasionado.
Entre 1959 y 1998 (40 años) los ingresos totales de Venezuela fueron de 427.393 millones de dólares, en cambio entre los años 1999 y el 2012 (apenas 14 años) los ingresos fueron de 1.295.000 millones de dólares (casi el triple de dinero en 26 años menos). En el primer período de 40 años los ingresos anuales eran de 10.685 millones de US$ y en el segundo de 14 años, los ingresos anuales eran de 99.615 millones de US$. Es decir, que con unos ingresos por año de casi diez veces más esto debiera traducirse en 10 veces más obras, pero antes de hablar de obras realizadas, vamos a considerar otra magnitud importante que corresponde a la deuda adquirida, para tener bien claro la cantidad de dinero que ha ingresado a este país. Para 1998, la deuda total del país era de 32.809 millones de US$ y en el 2012 ascendió a 215.000 millones de US$; si sólo consideramos a PDVSA, para 1998 la deuda era de 5.000 millones de US$ y en el 2012 pasó a 78.506 millones de US$.
Con tan descomunal entrada de dinero y aumento de deuda, cabría preguntarse: ¿en qué se han invertido? Para darle respuesta, vamos por rubros considerando el período de 40 años de la cuarta república, y el de 14 años de la quinta entre 1999 y el 2012: Producción de carne de res, en la cuarta el promedio anual era 19,52 kg/hab y en la quinta es de 14,45 kg/hab. Promedio de producción nacional pesquera por año, en la cuarta 20 kg/hab y en la quinta 13 kg/hab. Promedio de industrias en la cuarta (entre 1994 y 1998) 10.671 industrias y en la quinta 7.283. En la cuarta se construyeron internados judiciales y centros penitenciarios para albergar 16.094 personas, en la quinta solo se construyeron 1.764 nuevos puestos. En la cuarta se construyeron 83 embalses, en la quinta apenas dos. En la cuarta la infraestructura hospitalaria construida fue de 24.003 camas, en la quinta de 1.774 camas. En la cuarta se construyeron 2.059 Km de autopistas, en la quinta 402 Km. En la cuarta se construyeron 40 estaciones en el Metro de Caracas, en la quinta 8 estaciones. La red troncal de transmisión construida en la cuarta república fue de 2083 Km de 765Kv y 2.949 Km de 400Kv, en la quinta fue de 153 Km de 765Kv y 657 Km de 400Kv. La construcción anual de viviendas en la cuarta república era de 4,07 viviendas por cada 1000 habitantes, y en la quinta, hasta el 2012 era de 1,88 viviendas por cada 1000 habitantes. Finalmente en seguridad, los homicidios por cada 100.000 habitantes era de nueve en la cuarta república, y en la quinta hasta el 2012, era de 275; el hurto y robo por cada 100.000 habitantes era de 0,72 en la cuarta, y en la quinta de 186.
Ante la anterior pregunta ¿en qué se ha invertido tanto dinero? y comparamos los resultados, la respuesta que surge es más que evidente, si no está en el agro, la construcción de viviendas y hospitales, infraestructura eléctrica y de transporte, industria, servicios, seguridad, etc; pues es más que simple, está en los bolsillos de funcionarios corruptos e inmorales, que solo ejercen la política para enriquecerse, enquistarse en el poder y manipular gente indefensa que cree en ellos por la esperanza de un cambio en sus vidas y que obviamente no llegará porque esas no son sus intenciones, ya que actualmente el 48,4 % (casi la mitad de los hogares venezolanos) está en condiciones de pobreza, y la gran panacea de las misiones, apenas atiende a un 8.4% de la población que vive en pobreza extrema.
En cuanto a nuestro otro flagelo, hasta que no se entienda que la delincuencia es una mesa que se sostiene de 3 patas, no se podrá enfrentar eficientemente, estas 3 patas son Prevención, Represión e Impunidad.
La Prevención sólo podrá darse con una buena educación donde se implemente una reforma educativa integral, se dicten programas dirigidos a minimizar el embarazo precoz, con asignaturas como las que habían anteriormente como “formación moral y cívica” o “educación ciudadana”, hacer entender a la gente que los principales valores en una sociedad son el estudio y el trabajo y no la consolidación de la revolución, que con el ejercicio de una profesión o un oficio trabajando honestamente, podrá satisfacer sus necesidades y las de su familia, pero, para ello también es necesario que el Estado garantice un signo monetario sólido para que a través de una eficaz política monetaria, el producto del trabajo de los ciudadanos provea el progreso del individuo y en consecuencia del colectivo. En esta cruzada de Prevención las iglesias y centros educativos cumplen un papel fundamental en la labor de promoción de valores, moral y ética.
De la Impunidad nos han dicho que el 98% de los delitos quedan sin castigo y con respecto a la Represión, se habla que solo en la Policía Nacional se necesitan 50.000 funcionarios más para poder hacer frente a una delincuencia que está completamente desatada, haciendo lo que le da la gana, matando policías diariamente y mejor apertrechada de armas, incluso de guerra.
Nuestro país no avanzará si ante tantas denuncias nacionales e internacionales, los que encabezan los poderes públicos se siguen haciendo oídos sordos y no proceden a investigar y poner tras las rejas a los presuntos culpables de delitos tan graves como la corrupción, lavado de dinero, narcotráfico y pare usted de contar; si no se implementan efectivos planes de combate a la delincuencia, para que dejemos de ser el segundo país con más muertes violentas; que nuestros gobernantes dejen de echarles la culpa a otros y asuman la responsabilidad por la ineptitud en el ejercicio del poder, ya que es el único país al cual casi todo el mundo se la tiene jurada según ellos.
Un Plan de Gobierno verdaderamente serio y cónsono con nuestra realidad debe tener como objetivos principales el combate a la inflación, la corrupción, la delincuencia y adoptar medidas educativas y de pleno empleo más eficientes, como ya antes me he referido en el “Pentágono de la Crisis Venezolana”, y no seguir con la implementación del inconstitucional Plan de la Patria, donde lo que se busca es el “equilibrio del universo”, la “paz planetaria”, la conformación de un “mundo multicéntrico y pluripolar” y la “preservación de la especie humana”, objetivos muy ambiciosos para un país como el nuestro, pequeño en territorio, cantidad de habitantes y capacidad económica. Sólo con un cambio a objetivos más reales y prioritarios, superaremos esta Venezuela Bizarra en la que estamos sumidos.
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