miércoles, 31 de agosto de 2016

Un Proyecto para el País que Queremos (parte 3)

UN PROYECTO PARA EL PAÍS QUE QUEREMOS (PARTE 3)


La Educación para la Nueva Patria

En Educación debemos dar el salto de lo cuantitativo a lo cualitativo, y empezar a preguntarnos ¿Para qué se enseña?, superar los simples ¿Qué y Cómo enseñamos?  Si comenzamos por entender con claridad que debemos enseñar para formar CIUDADANOS y lograr de Venezuela una POTENCIA ECONÓMICA, tendremos un norte claro en Política Educativa.

Por otro lado, hemos de comenzar el debate de la SOCIEDAD EDUCADORA en lugar del ESTADO DOCENTE, todos avocados al tema formativo, y consolidar aquello de “Tanta Sociedad Educadora como sea posible y tanto Estado Docente como sea necesario”, haciendo que desde el Estado se corrijan las inequidades del Sistema, sólo cuando sea necesaria su intervención.

Requerimos una Educación que desde la más tierna edad forme Ciudadanos críticos, analíticos,  con valores, con un nivel de Educación Media que capacite una inmensa masa de técnicos en las áreas de Agricultura y de apoyo a la Industria, con una Educación Superior que responda a la dinámica contemporánea mundial, y en lugar de construir puentes entre la Universidad y la Empresa, busque secar el río que las separa.  La Innovación es la prioridad, apoyada por el Desarrollo Tecnológico y la Investigación.  Hacia  allá debemos ir y unirnos en pos de ese objetivo.

Pleno Empleo para todos

Cuando el sistema económico brinde las condiciones idóneas, un país como el nuestro con tantas posibilidades, podrá ser una Tierra de Gracia para las inversiones, con un parque industrial desarrollado nuestros ciudadanos podrían estar generando todo tipo de bienes y servicios para acabar con el desabastecimiento interno en primer término, y luego conquistar mercados internacionales.  El problema del Empleo no se resuelve aumentando en forma incontrolable la nómina del Sector Gubernamental, que solo incrementa el Gasto Público, generando más inflación, es imprescindible la migración de  este sector al privado.

Las áreas estratégicas en la cual el Estado debe desempeñar el papel de promotor y fomento para la consolidación de las Inversiones Privadas son: Industria, Construcción, Turismo, Generación de Energía (tradicionales y alternas), Comercio Marítimo (astilleros y puertos), Agricultura, Finanzas (Banca, Seguros, Valores), Refinación de Hidrocarburos y Petroquímica.

Control de la Delincuencia

La Delincuencia solo podrá controlarse cuando se tenga bien claro que deben comulgar la Prevención (educación de calidad y que rinda frutos), con la Represión (una policía eficiente) y Estado de Derecho (un sistema de fiscalía, defensoría y tribunales que eviten la impunidad).  Con deficiencias en alguno de los tres elementos, lamentablemente no controlaremos este flagelo y el problema seguirá escapándose de las manos.

Por otro lado, no sólo a nivel nacional debe atenderse el problema penitenciario, los Gobernadores y Alcaldes deben ser protagonistas en la procura de la reinserción de aquellos delincuentes que sean recuperables por un proceso de rehabilitación.

La clasificación penitenciaria, dependiendo de la magnitud de los delitos cometidos es fundamental para lograr el objetivo anterior, es por ello que se requieren unas 5 cárceles de máxima seguridad dependientes del Poder Nacional, una penitenciaria de mediana seguridad administrada por particulares y mantenida por cada Gobernación, y en cada Municipio una Colonia de Rehabilitación para aquellos que están comenzando en la carrera delictiva o han cometido delitos de baja gravedad.

Esto nos daría un aproximado de 350 establecimientos para purgar condena, aunque parezca exagerado no lo es tal, si consideramos que la población carcelaria actual es de alrededor de 60.000 personas, y el Ministerio Público considera que hay 98% de impunidad, es decir, si esos 60.000 presos representan el 2% de los delitos cometidos, los delincuentes que cometen el 98% restante están sueltos, y si hacemos una sencilla regla de 3, nos da un alarmante resultado de 2.940.000 personas, pero que pudiésemos dividir entre 5 (suponiendo que cada delincuente cometa al menos 5 delitos) para obtener una cifra de 588.000 delincuentes, los cuales deben estar encerrados para que no sigan actuando en detrimento de la gente honesta que pudiese estar abocada a la reconstrucción del país, luego de la destrucción ocasionada por la Revolución.

Con esos 350 establecimientos, en cada uno estarían en promedio recluidos unos 1700 delincuentes, cifra manejable para lograr en aquellos en que sea posible, la rehabilitación y reinserción social, y en los que no sea posible, mantenerlos alejados de la sociedad.

Ahora bien, con el tema policial, no puede continuar un nivel de gasto tan exagerado en el aspecto militar para supuestas guerras inventadas, cuando ya la guerra nos la declararon hace bastante tiempo los delincuentes, ya el enemigo está identificado, y los únicos preparados  para combatirlos eficientemente son los policías, pero necesitan dotación de armas y buenos salarios, así como el apoyo que se requiere después de un aumento sustancial de funcionarios operadores de justicia (fiscales, defensores y tribunales).

A Vencer la Corrupción

Hasta cuando el enriquecimiento desmedido de los funcionarios públicos, que se ha desatado más que nunca en este terrible clima de impunidad, el Sistema Jurídico venezolano no debe quedarse en la simple declaratoria constitucional de imprescriptibilidad de los delitos contra el patrimonio público, debe haber institucionalidad para que las leyes se cumplan y no sean letra muerta, funcionarios nombrados por concurso con estabilidad, organismos contralores autónomos e independientes, obras y contrataciones registradas vía internet en un portal de transparencia a disposición de todo el mundo, articulación con instituciones financieras extranjeras y otras Naciones para la recuperación de capitales y prevenir el delito de legitimación, auditorías avaladas por firmas privadas en cada organismo público, periodismo de investigación, doble vuelta en los procesos licitatorios públicos, y mucha contraloría social.  Todos en contra de la corrupción, sólo así será posible que los mejores hombres quieran hacer política, y no sea la forma más sencilla de enriquecerse sin practicar un trabajo honesto.

Que te alcance la plata

Esa es la conclusión a la que llegamos controlando uno de nuestros principales flagelos, la Inflación, el impuesto indirecto que más aqueja a la familia venezolana, cada vez estamos menos posibilitados de satisfacer nuestras necesidades más básicas, un país con tantas riquezas naturales es incapaz de tener a sus habitantes siquiera bien alimentados.

Si bien la Política Monetaria debería ser privativa del Banco Central de Venezuela, desde las regiones se puede combatir el alza desmedida de los precios, apoyando la masificación de oferentes en todos los sectores de la economía, para que se cumplan las Leyes de la Oferta, las cuales en conjunción de las de la Demanda, hará que podamos gozar de una disminución de los precios de mercado y combatir la inflación.  Es mucho lo que hay que hacer desde el Gobierno Nacional para lograr una Política Fiscal y Monetaria coherente, sobre todo con el tema del control cambiario para combatir las distorsiones de nuestra economía, pero regionalmente se puede hacer la gestión de promoción y fomento de actores económicos para que haya variedad y el correcto aprovisionamiento de productos, para que finalmente la oferta pueda superar a la demanda y en consecuencia se acaben los mercados negros de todo tipo de productos.




“CONSTRUYENDO UNA NUEVA VENEZUELA"
¡Un Proyecto para el País que Queremos!

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