Debe hacerse una campaña
internacional para llamar capitales extranjeros que inviertan en el país, así
como motivar a los capitales nacionales, al desarrollo de industrias dentro del
territorio nacional en actividades estratégicas que permitan el impulso en
áreas como la construcción; la generación de energía; la fabricación de
trenes, ferrocarriles y vías de tren; astilleros para la construcción de buques
militares, petroleros y mercantes;
insumos para la industria textil y de la confección; maquinarias para la actividad agrícola y
pecuaria; taladros para la perforación
de pozos petroleros e insumos para la refinación de derivados de los
hidrocarburos; fábricas de vehículos de
carga y para el transporte público.
Suena fácil el simplemente llamar
a los inversionistas a que pongan a disposición sus capitales, pero con la
situación económica, política y social del país es bastante fantasioso que se
logre, pero es posible hacerlo implementando las medidas que se detallarán en
un próximo artículo.
Las razones de seleccionar las
áreas mencionadas en el primer párrafo corresponden a que son las mayores
generadoras de puestos de trabajo. La
construcción fue la que permitió salir a los Estados Unidos de la gran
depresión en 1929. Si en Venezuela se
comienza con la construcción de las nuevas ciudades (luego se darán más
detalles de este tópico) no sólo se ocuparían grandes cantidades de
trabajadores ejecutando las obras de infraestructura, sino que por todo el país
pueden funcionar fábricas para insumos de la construcción, como son
carretillas, mezcladoras de cemento, vibradoras de concreto, palas, picos,
rotomartillos, andamios, grúas, etc.
En cuanto a la generación de
energía, las industrias serían las que desarrollen la generación de fuentes de
energía alternas que no contaminan el ambiente, como son las que producen
paneles solares y turbinas eólicas.
Fábricas de este tipo, permitirían generar megavatios adicionales, al
sistema eléctrico nacional ya instalado, y que funciona por las plantas
hidroeléctricas y termoeléctricas. De
llegar a instalarse el nuevo parque industrial propuesto, las necesidades
energéticas no van a poder cubrirse con el sistema eléctrico tal y como se
encuentra en estos momentos.
La producción de trenes y vías
permitiría tener un sistema ferrocarrilero nacional para el transporte de
personas y mercancías, descongestionando las carreteras, ahorrando gasolina y
evitando la emanación de gases contaminantes.
Así como la instalación de sistemas de metro en las principales ciudades
del país. Vemos como las capitales de
países desarrollados como Londres, París y Moscú, tienen un sistema de metro
que parece una telaraña, con cientos de estaciones y líneas que permiten a los
millones de personas que allí habitan llegar a tiempo a sus lugares de trabajo.
Para tener un país desarrollado,
es necesario incrementar el comercio internacional y para ello hay que tener
una flota de buques mercantes, así como tanqueros petroleros para darle un
empuje a nuestra principal industria.
Teniendo las fábricas de barcos, se puede tener una línea de producción
de barcos de guerra que permitan defender la soberanía nacional y la
exportación de los mismos.
Venezuela es un alto consumidor
de ropa y calzado del exterior, promocionando la industria textil, de la
confección y el calzado en nuestro territorio, se podrían sustituir esas
importaciones con el mercado interno, pudiendo ser una gran generadora de
divisas extranjeras si comenzamos a exportar los productos de este rubro. Aparte de la enorme cantidad de empleos que
se generarían con la fabricación de telas, diseño y costura de piezas de ropa y
zapatos.
Otra de las grandes necesidades
es el apoyo a la actividad agropecuaria, con la instalación de fábricas de
tractores, arados, molinos, silos y herramientas.
Debe también promocionarse la
instalación de fábricas de vehículos de carga y transporte público, que
permitan la movilización masiva de personas a sus puestos de trabajo, así como
el transporte y distribución de mercancías dentro de las ciudades. No sólo debe concentrarse la actividad en el
ensamblaje de vehículos sino en la fabricación de partes mecánicas como cajas
de velocidad y motores, al igual que piezas eléctricas tanto para los vehículos
mencionados como para los particulares de todas las marcas que circulan en el
país. El uso del gas para vehículos debe
ser obligatorio, ya que permitiría el ahorro en costos de producción de
gasolina para el Estado, el costo de consumo de combustible para los
particulares y finalmente conservaría el ambiente, ya que el gas es muchísimo
más ecológico que la gasolina.
La inversión privada es
fundamental en estos proyectos, ya que generarían enormes cantidades de dinero
por concepto de impuestos para el Estado, crearían empleos estables, el ingreso
de divisas producto de las exportaciones, incremento del Producto Interno
Bruto, contribuirían al desarrollo nacional, reduciría las importaciones y lo
más importante resultados eficientes, eficaces y efectivos.